Un hecho inédito en el sistema privado de salud se concretó tras la entrada en vigencia de la denominada Ley Corta de Isapres. Por primera vez desde la creación del GES en 2005, la Superintendencia de Salud verificó y corrigió los montos que las Isapres pretendían cobrar por las Garantías Explícitas en Salud, obligando a tres aseguradoras a reducir sus primas por considerarlas excesivas.
Hasta ahora, las Isapres fijaban unilateralmente el valor del GES, limitándose la autoridad a recibir la información sin contar con atribuciones para objetar los precios. Este escenario cambió con la nueva normativa, que facultó al regulador para revisar técnicamente cada cifra presentada y rechazar aquellas que no estuvieran debidamente justificadas.
De acuerdo con lo informado, el proceso de verificación beneficia a cerca de 2,6 millones de afiliados, ya que tres aseguradoras deberán cobrar menos de lo que habían anunciado inicialmente.
Además, seis de las diez isapres del sistema terminarán con una prima GES inferior a la que aplicaban en septiembre de 2022, incluso considerando la incorporación de tres nuevas enfermedades al plan, de acuerdo a lo señalado por la Superintendencia.
El superintendente de Salud, Víctor Torres, subrayó el alcance de esta nueva facultad, señalando que “antes de esta ley, las Isapres informaban cuánto iban a cobrar y la Superintendencia no podía hacer nada. Hoy revisamos cada cifra con rigor técnico y donde encontramos cobros excesivos, los corregimos”.
La autoridad reconoció que cualquier ajuste de precios genera preocupación en las familias, pero recalcó que el objetivo de la verificación es asegurar que cada peso cobrado esté debidamente respaldado, evitando alzas injustificadas.
En ese contexto, precisó que no existirá cobro retroactivo y que los afiliados cuentan con 60 días para evaluar un eventual cambio de Isapre si no están conformes con el nuevo valor.
El nuevo GES 90 amplía la cobertura de 87 a 90 problemas de salud, incorporando patologías de alto impacto como la cirrosis hepática, la depresión grave en niños, niñas y adolescentes, y tratamientos para dejar de fumar. A ello se suma la inclusión de medicamentos de alto costo, como terapias biológicas y tratamientos innovadores, que antes estaban fuera del alcance de muchos pacientes.
Desde la Superintendencia destacan que este proceso marca un antes y un después en la regulación del sistema, al establecer por primera vez un control efectivo sobre los precios del GES, fortaleciendo la protección financiera de los afiliados y limitando eventuales abusos por parte de las aseguradoras.