En el Ejecutivo desdramatizaron el atraso en la elección del próximo contralor de la República, señalando que el organismo debe seguir funcionando aunque sea con una jefatura subrogante. El próximo 17 de diciembre dejará el cargo Jorge Bermúdez, para dejar el puesto a un próximo jefe del ente contralor por los siguientes 8 años, una elección en la que aún no hay acuerdo entre el Gobierno y el Senado.

El próximo 16 de diciembre concluirá el mandato de Jorge Bermúdez como contralor General de la República, y con ello el plazo para que el Gobierno proponga a su sucesor.

No obstante, el nombre aún no ha logrado ser decidido entre el Ejecutivo y el Senado, órgano que debe aprobar al candidato que sea propuesto por el Gobierno.

Pero principalmente, la preocupación se ha centrado en la dificultad que podría significar en el desarrollo de las diversas investigaciones que lleva la Contraloría, como en municipios, o en el propio caso Convenios.

En La Moneda desdramatizaron un eventual periodo con un contralor subrogante, sosteniendo que los sumarios e indagatorias en eventuales casos de corrupción deben continuar.

El ministro de Justicia, Luis Cordero, abordó la falta de consensos en el nombramiento de un nuevo Contralor General de la República, sosteniendo que en caso de que haya un periodo subrogante no sería un problema, y que no perjudicaría a las investigaciones que lleva el organismo.

El jefe de la cartera agregó que hay un precedente que lleva el ente contralor, que demuestra que su importancia va mucho más allá de quien dirija el organismo durante los próximos ochos años, destacando que su labor continúa aunque sea bajo un periodo de subrogancia.

Una postura que también manifestó la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, quien sostuvo que la Contraloría va a seguir funcionando, hasta que haya un consenso entre el nombre que presente el Ejecutivo y lo que decida el Senado.

Son 133 los municipios que son investigados actualmente por la Contraloría General de la República, alertando entre las autoridades que se puedan tomar decisiones importantes durante el periodo subrogante que podrían impactar los resultados.

Cabe recordar que en los dos nombramientos anteriores, es decir, con el excontralor Ramiro Mendoza, y la del propio Jorge Bérmudez, los periodos de vacancia superaron los 8 meses, principalmente por desacuerdos en el Senado.