El presidente Sebastián Piñera realizó la última cadena nacional de su segundo gobierno, donde hizo un repaso de los últimos 4 años y crítico a la Convención Constitucional, asegurando que le preocupan las propuestas en materia de justicia y del Poder Legislativa, especialmente la eliminación del Senado.

El presidente Sebastián Piñera realizó la noche de este miércoles una cadena nacional, la última de su segunda administración, la que culminará este viernes 11 de marzo, cuando sea sucedido por el mandatario electo, Gabriel Boric.

En el discurso, Piñera enumeró los distintos episodios que marcaron su segunda administración, particularmente el denominado estallido social de octubre de 2019 y la pandemia de covid-19, que inició en marzo de 2020 en Chile y que aún se extiende.

Además, ocupó el espacio para criticar algunas discusiones que se han dado en la Convención Constitucional, asegurando que “Chile tiene una historia” y que no nació con la CC.

“Me preocupa el excesivo afán refundacional e identitario de amplios sectores de la Convención Constitucional. Chile no nace con esta Convención, Chile tiene una historia y nuestra Nación es mucho más que la suma de sus partes”, aseguró.

“También me preocupa debilitar al Poder Judicial, debilitar la igualdad ante la Ley, suprimir al Senado de la República que siempre ha cumplido un rol muy fundamental (…) Tampoco es bueno restringir las libertades de las personas como la libertad de conciencia, la libertad de religión, la libertad de expresión o la libertad de los padres de formar y elegir la educación de sus hijos. También, no es bueno debilitar la libertad de emprendimiento o el derecho de propiedad”, añadió.

“Piñera: Implacable obstrucción de la oposición”

En la misma línea, el aún mandatario defendió la labor de su Gobierno y aseguró que encontraron una oposición que obstruyó su trabajo en reiteradas ocasiones, y que hubo críticas injustas hacia su administración.

“Más allá de nuestros errores o falencias, que los hubo, la acción del Gobierno encontró en demasiadas ocasiones una implacable obstrucción de una parte de la oposición y, también, muchas veces, críticas que nos parecieron injustas porque no consideraron las dificultades del momento”, indicó.

“Me preocupa el grave y acelerado deterioro de la calidad de nuestra política y la actitud beligerante de algunos sectores. La misión del Gobierno y la oposición no es destruirse mutuamente, sino colaborar, desde sus propios principios y visiones, para un futuro mejor para
todos”, agregó Piñera.