El Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó la “posible” venta de misiles a Chile, un negocio que tendrá un costo de US$85 millones.

De acuerdo al Pentágono, de contar con luz verde, nuestro país podría adquirir hasta 16 misiles Standard Missile-2 (SM-2) Block IIIA, sumado a equipos de apoyo, repuestos y asegurar entrenamiento.

“El Gobierno de Chile ha solicitado comprar hasta dieciséis (16) misiles Standard Missile-2 (SM-2) Block IIIA (lanzados desde riel) (incluidos dos (2) misiles con telémetro instalado por el fabricante); dos (2) secciones de guía MK 89 Mod 0; y un (1) kit de dispositivo de detección de objetivos (incluida la cubierta), MK 45 Mod 14”, detalló la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa (DSCA por su sigla en inglés).

A lo anterior, la entidad sumó la instalación de mantenimiento de nivel intermedio, repuestos, contenedores asociados, formación de personal, asistencia técnica del gobierno y contratistas de EEUU y apoyo logístico, incluyendo el equipo de manipulación de municiones y otros elementos relacionados de logística y apoyo.

“Esta venta propuesta apoyará las metas de política exterior y los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos al mejorar la seguridad de un socio estratégico en América del Sur”, afirmaron.

¿Y para qué querría Chile contar con este tipo de material? Para complementar las compras realizadas por La Moneda de dos naves australianas usadas, por US$70 millones.

“Esto respaldaría las capacidades de defensa antiaérea de Chile para las dos exfragatas clase Adelaide transferidas recientemente a la Armada de Chile. Chile no tendrá dificultad para absorber los equipos y servicios en sus Fuerzas Armadas”, destacó la DSCA.

De acuerdo a los datos entregados por Estados Unidos, el principal contratista será Raytheon Missiles and Defense, con sede en Tucson (Arizona).

Esta es la primera venta de armas al extranjero informada por la administración de Joe Biden.

No obstante, este tipo de acuerdos siempre toma meses en poder ser comunicados a la opinión pública, algo que está requerido por ley.

Debido a lo anterior, se asume que la orden se realizó cuando Donald Trump estaba en el poder.