La pandemia del Covid-19 generó un aumento en las cifras de la violencia intrafamiliar, pero también de denuncias de explotación infantil online, con el mayor acceso de menores a Internet y redes sociales.

Según el Centro Nacional para Niños Extraviados y Explotados, una ONG internacional en más de un 100% han aumentado las denuncias de este tipo de delitos durante los meses de pandemia.

En este contexto, a juicio de algunos parlamentarios se hace más urgente poder avanzar en el proyecto de ley de Educación Sexual Integral, que busca adelantar la incorporación de ésta a edades más tempranas, considerando que en Chile recién parte en primero medio.

La idea es dar herramientas desde edad temprana para enfrentar la sexualidad, identificar mejor si se está ante un abuso o fortalecer el uso de métodos de protección para evitar enfermedades de transmisión sexual.

El consenso es transversal en que se debe adelantar la incorporación de la educación sexual en el mundo político, pero con ciertos matices.

La presidenta de la Comisión de Educación, la diputada de Comunes, Camila Rojas, autora de uno de los proyectos que está en el Congreso, cree que la educación sexual debe impartirse desde la etapa preescolar y que debe entenderse como un derecho de niños y niñas.

El Gobierno y el oficialismo, sin embargo, son partidarios de que la educación sexual propiamente tal se adelante a quinto básico, y que antes se aplique un programa de afectividad y desarrollo socioemocional. Así lo dijo la diputada de la UDI que integra la comisión, María José Hoffman, quien además tomó distancia en que esto sea considerado un derecho humano.

Esta semana podría retomarse la discusión del proyecto en particular en la comisión de Educación, desde donde en la oposición esperan que pueda ser despachado durante este mes.