Con honores fue despedido esta semana por la Policía de Investigaciones uno de los perros más emblemáticos de la institución; uno profundamente querido por su dueño y compañero de labores, el instructor Adolfo Valdivia, quien le dio también un hogar al can cuando éste último pasó a retiro.

Royal nació el 5 de diciembre de 2005, siendo ingresado a la Brigada de Adiestramiento Canino a sus dos meses de edad, donde se convirtió en uno de los últimos canes en cumplir funciones de búsqueda de personas y sustancias ilícitas.

Durante sus 7 años de servicio, trabajó en la búsqueda y rescate de víctimas de los terremotos de Chile y Haití en 2010, además de otras importantes misiones.

Desde la PDI destacaron que su “olfato investigativo dejó una gran huella en sus compañeros y le permitió ser parte de la historia policial chilena”. Royal participó en las mediáticas búsquedas, como la de Antonio Barría en Maullín el 2010, Daniela Trigo en Calama el 2011, y fue quien encontró los restos del bebé incinerado en 2012 por la secta de Antares de la Luz en Colliguay.

Luego de su retiro a fines de dicho año, a causa de una artrosis en una de sus rodillas, Royal pasó otros siete años bajo el cuidado de su instructor y su familia. Finalmente, falleció a causa de una patología asociada a su edad.

Tras ser despedido con honores fue su compañero, Valdivia, quien recibió su ánfora.

Policía de Investigaciones
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