En medio de su gira por el Medio Oriente, el presidente Sebastián Piñera descartó mover la embajada de Chile en Israel hasta la ciudad de Jerusalén, asegurando que se mantendrá en Tel Aviv, marcando diferencia con la determinación que tomaron Estados Unidos o Brasil, quienes trasladaron sus sedes diplomáticas en reconocimiento a la nueva capital.

Asimismo, durante esta visita, el presidente chileno ha cuidado mantener el equilibrio entre ambos países para que ninguna autoridad o comunidad se sienta ofendida.

La determinación echa por tierra los deseos del la petición que hizo hace algunos días embajador de Israel en Chile, Eldad Hayet, quien en conversación con Radio Bío Bío, reconoció que le gustaría que nuestro país validara como legítima capital de su país a la ciudad de Jerusalén, tal como ya lo hicieron los presidentes de Brasil y Estados Unidos, Jair Bolsonaro y Donald Trump.

Durante la gira presidencial, el Mandatario ha cuidado mantener “los equilibrios” entre Palestina e Israel, mensaje que ha transmitido a los parlamentarios que integran la comitiva, con el fin de evitar conflictos entre las comunidades y gobernantes de esos países.

Consultado por la opción de mover la sede diplomática chilena a Jerusalén, el Jefe de Estado fue claro: “la embajada de Chile va a permanecer en Tel Aviv”, descartando de plano las aspiraciones del representante israelí en chile.

En ese contexto, indicó que “Chile defiende y es partidario de una solución de dos Estados. Un Estado israelita y un Estado palestino, que sean autónomos, libres, independientes y democráticos. Y que tengan fronteras acordadas, legítimas y seguras”.

Para ello, agregó, “es fundamental un acuerdo” entre esos países que se haga cargo de definir las fronteras.