Ante la Comisión de Derechos Humanos del Senado, concurrió este lunes el general director de Carabineros, Hermes Soto. Instancia que tiene por objeto consultar a la autoridad policial las circunstancias del operativo efectuado en Ercilla el pasado 14 de noviembre, el cual culminó con la muerte de Camilo Catrillanca.

La comisión es presidida por la senadora Adriana Muñoz e integrada por Felipe Kast, Alejandro Navarro, Juan Ignacio Latorre e Iván Moreira reemplazando a Jacqueline van Rysselberghe.

Ante los legisladores, Soto Isla repitió la versión entregada la semana pasada en la Cámara de Diputados, agregando algunos detalles a la versión que él maneja como la cabeza de Carabineros de Chile.

El general, dio a conocer el relato que entregó el sargento que destruyó la tarjeta de grabación de su cámara, Raúl Ávila, en su declaración administrativa.

“El sargento que participa en estos hechos señala ante el fiscal administrativo, que es el jefe de la Fiscalía de Temuco, un coronel de Carabineros, que él mantuvo la tarjeta en su poder y la rompió posteriormente y la hizo desaparecer a través del baño de su casa o de algún lugar”, relató.

Soto agregó que desconoce lo declarado ante Fiscalía o a las pericias del PDI, pues su ámbito de conocimiento abarca únicamente el proceso administrativo.

En otros detalles, el general director aseguró que son en total 23 los uniformados de la institución que han concurrido al curso Jungla en Colombia -15 enviados este año-, pero que ninguno de los cuatro dado de baja por el caso Catrillanca estaban en aquel listado.

Posteriormente, enfatizó la peligrosidad del sector, asegurando que hay más de 250 carabineros que han resultado heridos o lesionados en aquel territorio durante los últimos años, 2 de ellos muertos.

“Todo lo que nosotros teníamos para entregar en este operativo, a los tribunales, a la PDI y la Fiscalía, lo hemos puesto a disposición. Todo. Armamento, vehículos munición, incluidas las cámaras de vigilancia que fueron entregadas esa misma noche”, afirmó.