En los últimos seis años, los siniestros viales registraron un alza, pero eso no es todo, también aumentaron las personas que se dan a la fuga tras estos hechos lamentables.

El escaso cumplimiento de las normas, junto con el crecimiento exponencial del parque automotor podrían ser factores determinantes, según consignó El Mercurio.

Según informó la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), en 2012 hubo 61 mil incidentes de tránsito, mientras que en 2017 la cifra subió a 94 mil.

En la misma mirada perspectiva, 171 casos de fuga se registraron en 2012, mientras que en 2017 hubo 864.

Ley Emilia

En medio de esto, entró en vigencia la denominada Ley Emilia, en 2014. La medida modificó la Ley de Tránsito y estableció sanciones a quienes escapan del lugar de los hechos.

Cuando no existen daños ni lesionados, las multas ascienden desde $143 mil y gradualmente en virtud del perjucio. En caso de que el impacto provoque alguna muerte, el pago asciende a $954 mil, y la pena puede alcanzar los cinco años.

Según la Prefectura de Tránsito y Carreteras de Carabineros, en muchos casos los conductores que protagonizan estos siniestros, tienen indicios de consumo de alcohol.

Carabineros añadió que, tras revisar la escena del accidente, se pueden detectar algunas pistas. Incluyen revisión de garajes y talleres, “los que deben denunciar en 24 horas si llega un vehículo con evidencia de haber participado en un accidente“.

Por su parte, el director del Automóvil Club, Alberto Escobar, sostuvo que los automovilistas “tratan de evitar cualquier multa o pena, ya que estas se fortalecieron”.

Por ello, Escobar ve necesario aumentar las fiscalizaciones y monitorear a los infractores.

Por parte del Gobierno y Carabineros, precisan crear conciencia de las multas y penas asociadas a huir tras un siniestro de tránsito. Además de la obligación que tienen los conductores de prestar auxilio y llamar al 133.