La llegada de migrantes a Chile implica, necesariamente, que se les garanticen los derechos básicos, por ejemplo, la salud. En ese sentido, de acuerdo a estimaciones de Fonasa, 576 mil extranjeros se afiliaron al sistema de salud.

En detalle, mayormente se trata de adultos de entre 30 y 34 años, un 55% corresponde a mujeres y 25% a niños, precisó diario El Mercurio.

Asimismo, indicaron que que un 21% -119 mil personas- fue clasificado en el Tramo A, por falta de recursos, en el cual accede sin costo a las atenciones por no tener posibilidad de cotizar.

El resto se divide entre los tramos B,C y D, en los cuales el seguro público cubre entre el 80% y 100% de los servicios.

Marcelo Mosso, director de Fonasa, reconoció que es un nuevo desafío. “Paulatinamente, en las sucursales con más flujo de inmigrantes, hemos ido contratando traductores o instalado teléfonos de autoatención en otros idiomas, como creole”, manifestó.