Hace algunos meses la princesa Amalia de Holanda, de tan sólo 13 años, fue duramente criticada por tener algunos kilos demás.

A través de redes sociales, la preadolescente comenzó a recibir fuertes ataques luego que algunos medios la llamaran la “princesa gorda”.

La situación empeoró cuando en un viaje a Aspen junto a su familia, los paparazzi se dieron cuenta que la niña llevaba la misma chaqueta que usó su madre mientras estaba embarazada.

El cyberbulling que recibió hizo que algunos pocos preocupados cibernautas temieran que la heredera al trono sufriese algún tipo desorden alimenticio, lo que afortunadamente no ha pasado.

Sin embargo, no todas las princesas han tenido la misma suerte y mientras algunas no tienen problemas para levantar la voz y hablar del tema, otras siguen guardando el secreto.

A continuación te contamos algunos casos.

Lady Di

Cuando Diana Spencer se casó con el heredero a la corona de Inglaterra, el príncipe Carlos, era una joven de 19 años como cualquier otra. La llamada Lady Di era una mujer alta y de contextura normal, sin embargo, su entonces esposo y varios medios de comunicación se burlaban de ella por tener una apariencia “rechonchita”.

Esto y su baja autoestima, hicieron que se refugiara en la comida y posteriormente que desarrollara bulimia, una enfermedad que la acompañaría hasta pocos años antes de morir en 1997.

En los años 90, Lady Di reconoció públicamente que enfrentaba esta enfermedad y dio a entender que gran parte de la culpa la tenía sus problemas maritales. “Comer cinco o seis veces por día era lo único que me hacía sentir cómoda en la soledad de palacio”, señaló en una entrevista con BBC.

Sus palabras dieron paso al llamado efecto Diana donde cientos de mujeres comenzaron a reconocer que también sufrían de este problema.

Diana de Gales
Diana de Gales

Victoria de Suecia

Victoria, la heredera a la corona de Suecia, tenía sólo 20 años cuando confesó a sus padres que sufría de anorexia. La noticia trascendió a los medios como un rumor que se confirmó luego que la joven apareciera en un baile oficial con una preocupante baja de peso.

Esto llevó a que la Casa Real tuviese que aceptar la situación y a través de un comunicado de prensa confirmaron la noticia. “Tanto el rey como la reina están muy inquietos y apoyan a Victoria en todo lo que necesita, al tiempo que le están proporcionando ayuda profesional”, decía la declaración.

Según se explicaba, el origen de los problemas de la joven comenzaron cuando tuvo que asumir mayores tareas reales, las que debía equilibrar con sus estudios en ciencias políticas y francés.

Casi 20 años después, Victoria rompió el silencio y decidió hablar de esos complejos días. “Pasé por un momento difícil”, reconoció en un documental sobre su vida preparado por su cumpleaños, donde también contó cómo logró superar el problema.

“Aprendí a ponerle palabras a los sentimientos, y así a ser capaz de establecer límites y de no presionarme tanto, lo que era fácil para mí. Todo el tiempo quería más de lo que podía hacer o de que lo podía ser”, aseguró.

Su recuperación permitió incluso que conociera al amor de su vida. En 2010, se casó Daniel Westerling, su personal trainer con quien inició una relación en 2002.

PRINCESA VICTORIA
PRINCESA VICTORIA

Letizia de España

Letizia Ortiz tenía 32 años cuando se convirtió en princesa de España. La periodista no era del todo desconocida, pues tenía una exitosa carrera como lectora de noticias, trabajo que dejó al convertirse en novia del heredero a la corona española, Felipe de Borbón.

Su matrimonio con el joven príncipe dio la vuelta al mundo y su look fue alabado por los especialistas. En ese tiempo tenía una figura delgada, pero nada fuera de lo común, algo que comenzó a cambiar con el paso del tiempo.

A medida que los años pasaban los rumores de una posible anorexia crecían como una bola de nieve. La situación llegó a tal punto que en 2005 la Casa Real Española tuvo que salir a desmentir el tema.

El jefe de prensa de la casa real, Juan González-Cebrián Tello, envió una carta al diario El Mundo señalando que la información “es absolutamente falsa”, que Doña Letizia no padece dicha enfermedad y que estas noticias “se basan en reportajes que en ningún momento verificaron sus afirmaciones”.

Pero lejos de la versión oficial, con cada aparición que realiza la actual Reina consorte, los rumores se alimentan cada vez más pues lo cierto es que la baja de peso de la excomunicadora es realmente impactante.

letizia
letizia

Masako de Japón

Otra princesa que tuvo que hacer frente a la anorexia, es Masako de Japón. Los rumores sobre la enfermedad comenzaron a circular a principios de siglo y luego que la mujer diera a luz a su única hija, Aiko.

Al parecer, la presión por concebir un hijo varón -que pudiese seguir la línea al trono- sumieron a la princesa, de entonces 41 años, en una profunda depresión que derivó en una anorexia nerviosa.

En 2004, la Casa Real tuvo que enfrentar la noticia y aceptar que Masako se enfrentaba a ambas enfermedades, aunque contaba con la ayuda necesaria.

“Masako (hoy de 55) está todavía en terapia. Además, están trabajando también su condición física. Se han dado los primeros pasos en la dirección correcta”, señaló en 2015 su esposo y heredero a la corona Nipona, Naruhito.

masako
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