El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió hoy a los manifestantes, "tanto de derecha como de izquierda", no actuar con violencia en las protestas que se desarrollan ahora mismo en Jerusalén, mientras el país aguarda su intervención pública en la que se espera que anuncie la suspensión temporal de la reforma judicial.

“Hago un llamamiento a todos los manifestantes de Jerusalén, tanto de derecha como de izquierda, para que se comporten con responsabilidad y no actúen con violencia. Todos somos hermanos”, señaló el primer ministro en un comunicado difundido por su partido Likud.

Mientras decenas de miles de israelíes han vuelto a salir hoy a las calles a protestar en contra de la reforma judicial, grupos de extrema derecha, simpatizantes del gobierno y en favor de la misma, anunciaron también hoy su intención de llevar a cabo contramanifestaciones.

Algunos de estos grupos, como el ultraderechista La Familia, es conocido por actuar con violencia, por lo que la policía ha desplegado agentes adicionales para evitar incidentes, sobre todo en Jerusalén, donde en estos momentos ya se desarrolla una protesta masiva frente a la Knéset (Parlamento israelí) para exigir el fin de la reforma.

Ante las masivas protestas que se desataron de nuevo anoche en todo Israel, las mayores en trece semanas consecutivas de manifestaciones desde que el Gobierno anunciara su plan de reforma judicial, se espera desde hace horas que Netanyahu anuncie en una comparecencia pública la suspensión temporal de la misma.

Expectación por anuncio

El primer ministro iba a hacer un anuncio importante esta mañana, según medios israelíes, pero su intervención se ha visto constantemente retrasada mientras mantiene reuniones con sus socios de coalición para consensuar cómo proceder ante la grave fractura social causada por la reforma, vista por sus detractores como una amenaza para la democracia porque socava la independencia de la Justicia.

Según filtraciones a los medios hebreos, Netanyahu habría convencido a la mayoría de sus socios de la necesidad de suspender temporalmente la tramitación parlamentaria de la reforma, aunque algunos como el extremista Itamar Ben Gvir, se oponen y habrían amenazado con abandonar la coalición.

Tanto él como otros líderes derechistas animaron a participar esta tarde en la manifestación en Jerusalén en favor de la reforma para “que no nos roben las elecciones”.

 Manifestantes se reúnen frente a la Knéset antes de las protestas masivas en Jerusalén
Manifestantes se reúnen frente a la Knéset antes de las protestas masivas en Jerusalén | EFE

“Hoy dejaremos de estar en silencio. Hoy la derecha se despierta”, escribió Ben Gvir en su cuenta de Twitter.

El movimiento de protestas se vio ayer espoleado por el cese del ministro de Defensa, Yoav Gallant, el primer miembro del Ejecutivo y del Likud en expresar abiertamente su deseo de frenar la reforma ante la división social generada, y castigado por Netanyahu por ello.

Un récord de más de 650.000 israelíes salieron anoche a las calles de todo el país y decenas de miles volvieron a hacerlo hoy, cuando la Unión General de Trabajadores, el principal sindicato de Israel, llamó a una huelga general.

Los principales bancos, la compañía eléctrica, cadenas de restauración, grandes almacenes y numerosos ayuntamientos, incluido el de Tel Aviv se han adherido a la huelga; mientras que el sindicato de trabajadores del aeropuerto de Ben Gurion han logrado cancelar el despegue de vuelos.

“Hay una cosa que los extremistas de este gobierno no tuvieron en cuenta: a ustedes”, clamó a los manifestantes en Jerusalén el ex primer ministro y actual líder de la oposición, Yair Lapid.

Además, llamó a continuar las protestas y denunció que el Ejecutivo ha sido “cooptado por un grupo mesiánico, nacionalista y antidemocrático”.