La venta por parte de palestinos de tres edificios en Jerusalén Este ocupado a una entidad israelí que impulsa la colonización judía en el área ha generado polémica, después de que decenas de colonos entraran el jueves en los inmuebles, situados en un barrio disputado de la parte oriental de la urbe.

Los edificios se habían construido recientemente, y los palestinos que tenían su propiedad los vendieron a Ateret Cohanim, un grupo procolono que promueve la presencia judía en esta zona de la Ciudad Santa, informó la ONG israelí Paz Ahora (Shalom Ajshav).

Los inmuebles incluyen unos 16 apartamentos en los que el jueves de madrugada entraron activistas de Ateret Cohanim acompañados por un amplio dispositivo policial, informó el periódico local Haaretz.

Según este medio, se trata de “una de las mayores compras de propiedades de Jerusalén Este por parte de colonos en varios años”.

Esto implica el surgimiento de “un nuevo asentamiento muy grande” que puede alojar a más de una quincena de familias, aseguró Paz Ahora en un comunicado.

Esta denunció que el establecimiento de colonias “en el corazón de los vecindarios palestinos de Jerusalén Este no es solo una provocación”, sino que “aumenta la violencia” y “es un duro golpe para las perspectivas de paz”.

“Los colonos continúan intentando cambiar el dominio público” en la parte oriental de la urbe -ocupada por Israel desde 1967- con el objetivo de “convertirla en más judía e israelí, para que sea mucho más difícil alcanzar un compromiso” para establecer “dos capitales para dos Estados (Israel y Palestina) en Jerusalén”, añadió la ONG.

El barrio donde están los inmuebles es Silwán, cercano a la Ciudad Vieja y en el punto de mira de Ateret Cohanim desde hace años.

Esta entidad libra una larga batalla legal y reclama la propiedad de tierras donde viven cien familias palestinas del área, lo que podría causar el desalojo de unas 700 personas, alertó Paz Ahora.

La venta de propiedades por parte de palestinos a colonos en zona ocupada es algo polémico que ha traído cola en el pasado.

Hace pocos años, según recogió la prensa local, se negó la sepultura a un palestino en cementerios de Jerusalén por la sospecha de que vendió propiedad a judíos israelíes.

Tras lo sucedido este jueves, Ekrima Said Sabri, predicador en la mezquita de Al Aqsa y antiguo muftí de Jerusalén, anunció que se rechazará el entierro a un camposanto musulmán a aquellos que vendan tierras a colonos, según informó el diario Jerusalem Post.