La detención el pasado marzo de dos presuntos sospechosos de extraer información confidencial de diputados británicos, revelada el fin de semana por "The Sunday Times", suscitó una tormenta política en el Reino Unido.

El vice primer ministro británico, Oliver Dowden, dijo que los espías chinos suponen un “desafío sistémico” para el Reino Unido, tras la detención el pasado 13 de marzo de dos sospechosos de Pekín en el Parlamento.

Dowden compareció ante la Cámara de los Comunes después de que la noticia de estos arrestos, difundida el fin de semana por The Sunday Times, haya causado una tormenta política en el país.

Tras esto, varios diputados “tories” pidieron que Gobierno declare a China formalmente como una “amenaza a la seguridad nacional”.

Durante la sesión parlamentaria, la antigua primera ministra Liz Truss dijo que China supone “la mayor amenaza para la libertad y la democracia tanto para el Reino Unido como para el resto del mundo”.

Se trata de una opinión que comparten colegas del ala derecha conservadora, como el exlíder Iain Duncan Smith.

El número dos del Ejecutivo reconoció que las alegaciones contra los dos varones, que confirmó la Policía, son “graves”. Pese a esto, avisó de que corresponde a la Fiscalía determinar si se les imputan cargos.

También defendió el enfoque matizado del Gobierno del primer ministro, Rishi Sunak, que prefiere mantener abierto el diálogo con Pekín a fin de cooperar en asuntos de interés común, como el cambio climático.

Cómo hará el Reino Unido para enfrentar a los espías chinos

Dowden aseguró, no obstante, que el Ejecutivo mantiene “la vista clara” sobre los retos que plantea la potencia asiática y enumeró medidas que ha tomado para reducir los riesgos, como la prohibición a los funcionarios de usar TikTok en sus teléfonos oficiales.

“Sigue siendo una prioridad absoluta para el Gobierno tomar todas las medidas necesarias para proteger al Reino Unido de cualquier actividad de un Estado extranjero que busque socavar nuestra seguridad nacional, prosperidad y valores democráticos”, afirmó.

Uno de los dos detenidos aseguró este lunes a través de sus abogados que es “completamente inocente”.

Esto, mientras que la Embajada china en Londres ha calificado los arrestos de “farsa política” y pide a las autoridades que pongan fin a la “manipulación anti-China”.

The Times identificó al sospechoso como Chris Cash (28), hijo de un médico de Edimburgo (Escocia), quien trabajó como investigador parlamentario para destacados diputados con acceso a información confidencial.