La presidenta del Parlamento de Países Bajos, Vera Bergkamp, envió una carta a la red social Twitter para exigirle que actúe ante los tuits amenazantes que instan a la violencia o incluso al asesinato de diputados neerlandeses, unos mensajes que, advirtió, estarían “probablemente penados por la ley neerlandesa”.

Según una copia de la misiva, publicada por Bergkamp en un tuit, solicitó a la dirección de Asuntos Gubernamentales Globales de Twitter una “acción inmediata para abordar este problema y tomar medidas serias” y recordó que, para garantizar la libertad de expresión, es “necesario que Twitter garantice un entorno en línea más seguro para todos los usuarios”.

La presidenta de la Cámara expresa su “profunda preocupación” sobre tuits recientes dirigidos a miembros del Parlamento neerlandés que muestran videos o imágenes que contienen amenazas, a veces de muerte, y llamamientos a la violencia, unos mensajes que son “probablemente punibles bajo la ley penal neerlandesa”, señala.

“Los miembros del Parlamento deben poder llevar a cabo sus funciones sin estar expuestos a amenazas tan horribles en internet. Si bien entiendo y aprecio la importancia de la libertad de expresión, les pido encarecidamente que aborden este asunto con la máxima urgencia”, instó.

Además, le recordó a Twitter que tiene “la responsabilidad de crear un espacio seguro para la libre expresión y garantizar que las personas tengan conversaciones seguras, inclusivas y auténticas”, por lo que “esos horribles videos e imágenes compartidos en internet socavan esa política”.

Aumento de amenazas

Las amenazas a los políticos neerlandeses han aumentado en los últimos años, especialmente desde la pandemia, y la Fiscalía de Países Bajos aseguró la semana pasada que nunca había recibido tantas denuncias de amenazas por parte de los políticos nacionales como lo hizo durante 2022, principalmente recibidas a través de Twitter e Instagram.

Geert Wilders, líder del partido antimusulmán PVV, ha sido objeto de frecuentes amenazas de muerte en Twitter durante más de una década y se considera el político más amenazado de Países Bajos.