Una persona murió en un hospital a causa de las heridas recibidas en un ataque suicida en el campus de la Universidad de Heidelberg (suroeste de Alemania), informó la policía. Varias otras personas fueron tratadas en centros asistenciales.

El joven que irrumpió hoy en un aula de la Universidad de Heidelberg fue un estudiante alemán de 18 años, informó la policía, tras el ataque en el que murió una mujer y otras tres personas resultaron heridas, mientras que el agresor se suicidó.

El atacante era un ciudadano de la vecina ciudad de Mannheim y había enviado un mensaje por whatsapp antes de su acto.

En el texto habló de la necesidad de “castigar a la gente”, informaron fuentes de la investigación, que tratan de comprobar la veracidad esto.

Era un estudiante del centro, llevaba una mochila con varias armas y emprendió la huida tras haber abierto fuego a discreción en el interior del aula y durante una clase.

Fue hallado muerto poco después en el Jardín Botánico del campus.

La víctima mortal, una mujer de 23 años, falleció poco después del ataque. Otras dos mujeres y un hombre resultaron heridos.

Por el momento no hay indicios de un trasfondo político o religioso, indicó el jefe de la Fiscalía de Heidelberg, Andras Herrgen.

Ataque en Universidad de Heidelberg

El autor del ataque no tenía antecedentes delictivos y ni él ni su familia tenían permiso de armas, de acuerdo con el fiscal, que consideró “prematuro” hacer cualquier conjetura sobre sus presuntos móviles.

La policía recibió una primera alerta de la Universidad, cuando el atacante irrumpió en un aula donde se impartía una clase y empezó a disparar.

Tras desplegar un fuerte dispositivo y asegurar la zona, procedió a acordonar todo el recinto universitario donde ocurrió el ataque. Esto, entre la clínica universitaria, la Facultad de Ciencias y el Jardín Botánico.

Poco después se comprobó que el agresor actuaba solo y hacia media tarde se restableció el tráfico rodado hacia el campus universitario. Este se cortó en un amplio radio hasta las puertas del casco antiguo de Heidelberg.

La policía apremió a la población a no acercarse al lugar mientras se aclaraba la situación y también a no difundir especulaciones en las redes.