A tres días de las elecciones legislativas en España, el socialista Pedro Sánchez, favorito, no excluye ninguna alianza para seguir gobernando el país, ni siquiera con los liberales de Ciudadanos, que insisten en que no se entenderán con él.

“Mi compromiso es hablar con todos los partidos políticos, dentro de la democracia (…) La democracia no es vetocracia”, dijo este jueves Pedro Sánchez en la televisión pública, interrogado sobre Ciudadanos.

La intriga de las alianzas postelectorales está dominando la recta final de esta campaña, que se espera concluya en un Parlamento muy fragmentado, con cinco grandes fuerzas nacionales y varios regionales, entre ellas los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes.

Los sondeos dan ganador a Sánchez y su Partido Socialista, pero la gran pregunta es con quién podría pactar, siempre y cuando la suma de las formaciones de centro derecha y extrema derecha, Ciudadanos, Partido Popular y Vox, no alcance la mayoría de 176 diputados.

En medio de esta aritmética endiablada, varios sondeos pronostican que la mayoría de gobierno podría estar en una alianza entre PSOE y Ciudadanos.

Ambos ya se entendieron en 2016 para tratar de investir, sin éxito, a Sánchez. Desde entonces se ha incrementado la distancia entre los dos partidos, sobre todo desde que en diciembre, Ciudadanos se alió con PP y la extrema derecha de Vox para sacar a los socialistas del poder en Andalucía.

Ciudadanos repite que tras el 28 de abril quiere gobernar con el PP y sobre todo “echar a Sánchez” del poder.

Pero el propio líder socialista no descarta tajantemente el escenario de un entendimiento con los liberales, y las demás fuerzas políticas dicen tener esta posibilidad entre sus cábalas.

Según el presidente del gobierno saliente, el problema está más bien del lado del partido liberal encabezado por Albert Rivera, “que nos ha puesto un cordón sanitario”.

Minutos antes, Pablo Iglesias, líder de la izquierda radical de Podemos, afirmó en la radio cadena SER que Sánchez no es “claro” y que en caso de que den los números entre PSOE y Ciudadanos, “habría una enorme presión de los poderes económicos y de una parte del Partido Socialista” para que se entiendan.

“Tengo claro que si Sánchez y Rivera suman, van a volver a pactar”, como en 2016, dijo en el diario El Mundo el presidente del PP, Pablo Casado. “No me cabe la menor duda”.

Rivera ha sido acusado en numerosas ocasiones de “veleta” por su variable política de pactos.

En Andalucía pasaron de sostener al PSOE a gobernar ahora en coalición con el PP y el apoyo parlamentario de Vox, y en otras regiones han apoyado gobiernos conservadores del Partido Popular, como Madrid y Murcia.

Otra opción alternativa para Sánchez sería, como le pide Iglesias, pactar con Podemos, aunque según los sondeos no llegarían a la mayoría parlamentaria y necesitarían a otras fuerzas.