La coalición de centroderecha y la extrema derecha de Suecia votaron este martes a favor de la destitución del primer ministro socialdemócrata Stefan Löfven, debilitado tras las legislativas en las que ningún partido obtuvo una mayoría clara.

Un total de 204 parlamentarios entre 349 votaron en contra de la moción de confianza, es decir todos los de la derecha, del centro y de la extrema derecha, menos un voto.

“Suecia necesita un nuevo gobierno que busque un amplio apoyo político para dirigir las reformas”, abogó el dirigente conservador Ulf Kristersson ante los parlamentarios antes de la votación, cuyo resultado era claro.

El presidente del parlamento, el conservador Andreas Norlén, deber ahora convidar cuanto antes a los representantes de los partidos con escaños en el Riksdag, el parlamento unicameral del país escandinavo, a consultas para formar un nuevo gobierno.

Tras el debilitamiento de Stefan Löfven, Ulf Kristersson quiere asumir el mando y proponer una sucesión de derecha. Stefan Löfven dejó claro por su parte tras la votación que pretendía seguir “sirviendo al país” como próximo primer ministro.

Su coalición minoritaria centroizquierda, que reunía a su Partido Socialdemócrata y a los ecologistas con el apoyo informal del Partido de Izquierda (excomunista) en el parlamento, evitó una derrota aun peor en las legislativas al conservar un escaño más que la Alianza de derecha y de centro.

Además, los socialdemócratas, aunque registraron su peor resultado en varias décadas, siguen siendo el primer partido de Suecia, muy por delante de los Moderados (conservadores) y de los Demócratas de Suecia (extrema derecha).

Esperando los resultados de las negociaciones dirigidas por el presidente del parlamento, Löfven permanece en su puesto para gestionar los asuntos corrientes.