“El responsable soy yo, sólo yo”, afirmó este martes ante diputados el presidente francés, Emmanuel Macron, en referencia a Alexandre Benalla, uno de sus jefes de seguridad que agredió a dos manifestantes, un caso que ha sumido al mandatario en su peor crisis política desde que llegó al poder.
El primer ministro, Edouard Philippe, también se pronunció, afirmando que “nada ha sido ocultado” en este caso y rechazando las acusaciones de la oposición, que cree que Macron quiso encubrir este escándalo que salpica a quien fue su guardaespaldas durante la campaña presidencial de 2017 y que es descrito como un pilar del aparato de seguridad de la presidencia.
Benalla, de 26 años, atacó a dos manifestantes para disipar una protesta en una plaza parisina el 1 de mayo, portando un casco y brazalete de policía, pero el caso salió a la luz el miércoles pasado, después de que el diario Le Monde difundiera un video filmado por testigos.
El Elíseo se enteró del incidente un día después de los hechos, pero no informó a la justicia sobre la existencia del posible delito, como lo estipula la ley.
“El responsable soy yo, solo yo. Quien confió en Alexandre Benalla soy yo, el presidente de la República”, dijo Macron este martes ante diputados y varios miembros del gobierno reunidos en París, sin presencia de la prensa, según una grabación de sus declaraciones que obtuvo la AFP.
El asesor de seguridad de Macron, que inicialmente había sido sancionado con una suspensión de 15 días sin sueldo, fue despedido e imputado por violencia en reunión y usurpación de funciones después de que la prensa destapara el caso, casi tres meses después de los hechos.
“Quien estuvo al tanto y validó la orden, la sanción de mis subordinados, soy yo y nadie más. Lo que nos condujo aquí no es la República de los fusiles, no es la República del odio”, abundó el presidente.
“Lo que pasó el 1 de mayo […] es grave, serio y para mí fue una decepción, una traición”, reconoció el jefe del Estado.
“Entiendo que algunas personas se pregunten si la sanción tomada fue suficiente”, señaló por su parte el primer ministro Philippe en una acalorada sesión de preguntas al gobierno en la Asamblea Nacional francesa, admitiendo que aunque “una República se esfuerza por ser ejemplar no siempre es perfecta”.
Macron desmintió también algunos de los rumores surgidos en los últimos días sobres su relación con su exasesor de seguridad, que tachó de “sandeces”. “Alexandre Benalla nunca ganó 10.000 euros, Alexandre Benalla tampoco fue mi amante”, aseguró Macron.
Los diputados del partido conservador, Los Republicanos, anunciaron que presentarán una moción de censura al gobierno, aunque es poco probable que lo tumben gracias a la considerable mayoría de la que goza el partido presidencial, LREM, en la Asamblea.
“Asumo mi decisión”
El jefe de gabinete de Macron, Patrick Strzoda, defendió también este martes su gestión del caso ante una comisión parlamentaria que investiga el incidente, explicando que no acudió a la justicia porque estimó que “no había suficientes elementos” para hacerlo.
Añadió que, dado que no se había presentado ninguna denuncia contra Benalla y que un análisis realizado por el cuerpo de supervisión de la policía nacional no había señalado ninguna irregularidad, no vio ninguna necesidad de informar a los fiscales.
Strzoda dijo además que decidió “solo” la suspensión de Benalla. “Entiendo que se pueda considerar que no era adecuada, pero en lo que me concierne asumo mi decisión”, indicó.
Esta crisis política es la más grave a la que se enfrenta Emmanuel Macron desde su elección en 2017.
Según una encuesta Ipsos publicada este martes, la popularidad del mandatario que había prometido una “presidencia ejemplar” se ubica en 32%, su nivel más bajo desde septiembre de 2017, período de las manifestaciones contra su polémica reforma laboral.
“Pensábamos que el Elíseo con Macron era un modelo de organización eficaz y descubrimos de golpe enormes problemas de funcionamiento”, explicó el politólogo Bruno Cautrès.
Este caso “marcará un antes y un después para Emmanuel Macron”, añadió el especialista del Centro de Investigación Política del centro universitario Science Po.