Las tensiones aumentaron en el Cáucaso Sur durante la noche del 12 al 13 de septiembre. Las fuerzas azerbaiyanas dispararon armas pesadas contra varias posiciones en territorio armenio, a lo largo de la frontera internacional en torno a la disputada región de Nagorno-Karabaj. Armenia anunció una cifra, provisoria, de 49 muertos.

Este martes 13 de septiembre, poco después de la medianoche, se registraron disparos de artillería y de armas pesadas en el territorio armenio a lo largo de la frontera con Azerbaiyán, en torno a la provincia separatista de Nagorno-Karabaj. Las regiones de Goris, Sotk y Jermuk se vieron afectadas.

Fue esta zona de Nagorno-Karabaj, sin salida al mar en Azerbaiyán, la que fue objeto de una guerra de 44 días hace dos años. Los azeríes recuperaron el control de todos los territorios ocupados alrededor de Nagorno-Karabaj y de parte de la propia provincia.

El breve conflicto dejó 6.500 muertos y terminó con un alto el fuego mediado por Rusia, un documento que, según Bakú, está lejos de aplicarse.

Al menos 49 soldados armenios muertos

“Por el momento, tenemos 49 (militares) muertos y, lamentablemente, no es la cifra definitiva”, declaró el primer ministro Nikol Pashinyan al parlamento.

Azerbaiyán reconoció que hubo “bajas” en los enfrentamientos, que estallaron durante la noche, pero no dijo exactamente cuántas por el momento.

Este aumento de la tensión no es realmente una sorpresa, aunque en los últimos meses el Primer Ministro armenio y el Presidente azerí Ilham Aliyev han dado grandes pasos hacia un acuerdo de paz global, liderado por la Unión Europea. Pero el verano boreal resultó tenso en Nagorno-Karabaj y sus alrededores.

Bakú culpa a Armenia de retrasar la aplicación de todos los puntos del alto el fuego del 9 de noviembre de 2020, incluida la retirada de las formaciones armadas armenias de Nagorno-Karabaj, que Bakú considera su territorio.

De la noche a la mañana, el gobierno armenio decidió acudir a Rusia en busca de ayuda en virtud del tratado de amistad entre ambos países.

“Esperamos que el acuerdo alcanzado como resultado de la mediación rusa sobre un alto el fuego a partir de las 09:00 horas de Moscú (03:00 en Chile) del 13 de septiembre de este año se lleve a cabo en su totalidad”, declaró la cancillería rusa en un comunicado, añadiendo que estaba “extremadamente preocupada” por el repunte de los combates.