El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, salió hoy a la calle para sofocar lo que él llamó intento de golpe de Estado por parte de la plana mayor del Ejército del país, que demanda su renuncia, al igual que la oposición.

“Ahora se están difundiendo rumores de que tenemos intención de huir, de que hemos encargado un avión. Pero nosotros estamos aquí, mi familia está aquí”, dijo Pashinián con un altavoz en la mano mientras avanzaba a pie por una de las principales calles de la capital armenia, Ereván.

Pashinián, cuya dimisión fue demandada en las últimas horas por el Estado Mayor del Ejército, subrayó en compañía de su mujer e hijos que “dentro de Armenia no tenemos enemigos”.

“El Ejército se subordina al pueblo y al primer ministro. El que manda no es el Gobierno ni el primer ministro, sino el pueblo. Por eso, os invito a todos a la Plaza de la República. Será como ustedes digan”, aseguró.

El fracaso frente a Azerbaiyán

Pashinián, acusado de ser el principal responsable de la derrota en la reciente guerra contra Azerbaiyán por el control de Nagorno Karabaj, se propone dirigirse al pueblo en la principal plaza del país.

Consideró que “la amenaza de golpe” es controlable y aseguró que las demandas militares de su dimisión están dictadas por la emoción.

“No debe haber incidentes. En Armenia tenemos una atmósfera de hermandad, pero eso no significa que no debe haber diálogo político. Llamo a la calma. Por supuesto, la situación es tensa, pero necesitamos diálogo, no confrontación”, apuntó.

Mientras avanza por las calles de la ciudad escoltado por un buen número de guardaespaldas, se escuchan gritos de “Nikol, primer ministro”.

En cambio, parte de la oposición ha demandado la inmediata renuncia de Pashinián, al tiempo que niega que la petición del Ejército suponga una asonada militar.

En la misma línea, el expresidente Robert Kocharián llamó al pueblo a sumarse a los militares que exigen la dimisión del jefe del Gobierno.

Las fuerzas de seguridad armenias han llamado a la población a abstenerse de “acciones ilegales” que pongan en peligro la seguridad nacional.

Disputa con los militares

La crisis estalló con la destitución esta mañana del vicejefe del Estado Mayor, Tigrán Jachatrián, quien calificó de “poco serias” las palabras del primer ministro sobre las supuestas deficiencias de los misiles tácticos de fabricación rusa Iskander durante la guerra en Nagorno Karabaj.

Seguidamente, la cúpula militar de las Fuerzas Armadas emitió una declaración en la que pedía la dimisión del primer ministro, que llegó al poder en una revolución incruenta en 2018.

“El primer ministro de Armenia y el Gobierno ya no son capaces de tomar decisiones adecuadas en esta situación de crisis para los armenios”, señalaba la declaración, según la agencia armenia Armenpress.

Pashinián replicó en Facebook que la declaración del Estado Mayor era “un intento de golpe militar y llamó al pueblo a congregarse en el centro de la ciudad.