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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, aclaró que la ayuda financiera a Argentina no implica una inyección directa de dinero, sino un intercambio de monedas, conocido como swap, para permitir al país seguir comprando mercancías en dólares. Martín Kalos, economista, destaca que el swap otorgado por EEUU tiene condiciones y no implica recibir automáticamente una gran suma.

El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, aclaró este 2 de octubre que la asistencia financiera a Argentina no sería una inyección directa de dinero sino que se tratará de “una línea de intercambio” de monedas, lo conocido como swap.

El funcionario estadounidense volvió a referirse a las negociaciones con el gobierno argentino en una entrevista televisiva con CNBC en donde precisó que “no estamos poniendo dinero en Argentina, le estamos dando una línea de swap”.

Más allá de que la aclaración de Bessent se dio en medio de un contexto de incertidumbre y cuestionamientos en ambos países por las condiciones sobre las que se lleva a cabo el apoyo financiero y los compromisos que genera a futuro, bien vale profundizar en qué implica un intercambio de monedas y cómo puede mejorar la situación de la economía local.

¿Qué es un swap y cómo opera?

La línea puede ser mutua en lo formal. El swap implica que un banco le presta a otro la divisa que necesitan para transaccionar, porque siempre hay un país que tiene un déficit con el otro. Entonces, el país superavitario en términos comerciales es el que le suele prestar al otro, divisa propia para que pueda seguir en esa divisa manejando el flujo comercial.

Básicamente, que EEUU le preste un swap en dólares a Argentina, permite que este país siga comprando con dólares mercancías de Estados Unidos.

Según el economista Martín Kalos, director de Epyca Consultores: “Esa es la idea teórica, eso después tiene varias derivaciones prácticas, porque obviamente ese dinero es fungible y no se usa solamente para comprarlo al otro país”.

Entre otras cosas, Kalos señaló a nuestro medio asociado Perfil que, además: “Una vez que el Banco Central tiene en su poder el swap lo puede usar para distintas cosas”.

Lo importante en este caso es el acuerdo particular. “Siempre hay una tasa de interés por el préstamo efectivamente otorgado y hay condiciones de activación. Generalmente, uno no puede pedir si el swap es por 20.000 millones de dólares”, detalló Kalos.

En su análisis, el economista destacó que: “Hay que ver qué condiciones hay y de cuánto se puede pedir bajo qué condiciones, no significa que se puedan pedir 20.000 millones de dólares de una para tenerlos a mano”.

Además, resaltó que, entre las posibles condiciones que se deban tener en cuenta, se debe aclarar si “está atado al monto del déficit comercial, alguna prohibición, alguna contingencia, o sí efectivamente puede estar libremente disponible”.

¿Cómo se instrumenta un swap?

Este tipo de intercambios se instrumenta a través de un acuerdo entre dos bancos centrales. El monto depende estrictamente de ese acuerdo y no hay un límite ni teórico ni práctico a cuánto se puede poner en un swap.

Kalos menciona que todo el acuerdo “pasa a ser información respecto del caso concreto de Estados Unidos y Argentina”. Por lo que la información que han ido anunciando, de un swap de 20 mil millones de dólares, aún no está firmado ni se conoce ningún tipo de condición al respecto”.

Demócratas criticaron el apoyo de EEUU a Argentina

En EEUU no hay unidad de criterio respecto a la ayuda que se le pueda prestar a Argentina. En efecto, 14 legisladores demócratas le escribieron una carta al presidente Donald Trump alertando por las repercusiones que podría tener este salvataje financiero.

“Nos dirigimos a usted con profunda preocupación por su plan de enviar un rescate de US$20.000 millones, financiado por los contribuyentes estadounidenses, a Argentina apenas unos días después de que ese país tomara medidas que perjudican a los agricultores norteamericanos“, se quejaron.

Y en esa línea mencionaron que la semana pasada, la Administración de Milei suspendió temporalmente las retenciones a la soja y otros productos agrícolas, lo que dejó a los productores estadounidenses “en desventaja en el mercado internacional”.

“A pesar de esa medida, usted todavía estaría avanzando con el rescate a ese país. Los agricultores de soja de Estados Unidos –ya golpeados por sus aranceles generalizados– merecen algo mejor“, apuntaron.

“Los productores estadounidenses enfrentan desafíos sin precedentes bajo sus políticas comerciales inciertas y generalizadas”, continuaron.

Según las estimaciones de los congresistas, casi el 20% de la producción agropecuaria de EEUU se vende al exterior todos los años y “con esos mercados en peligro, los productores y toda la cadena agroindustrial se enfrentan a una caída de los precios, márgenes de ganancia cada vez menores, más endeudamiento, quiebras y cierres de explotaciones en todo el país”.