Argentina y Brasil fueron los dos grandes ausentes de la declaración de la Organización de Estados Americanos en contra de la acción militar rusa sobre territorio ucraniano. Bolivia y Nicaragua tampoco suscribieron el texto. Venezuela, en tanto, aparece representada por la delegación de Juan Guaidó.

Argentina y Brasil no apoyaron en la OEA una declaración de condena de la invasión rusa a Ucrania respaldada por 21 países durante una sesión extraordinaria en la que Moscú y Kiev participaron como observadores permanentes.

Los 21 países “condenan enérgicamente la invasión ilegal, injustificada y no provocada de Ucrania por parte de la Federación rusa y piden la retirada inmediata de la presencia militar”.

También denuncian “el reconocimiento ilegal por parte de Rusia” de Donetsk y Lugansk, dos territorios separatistas del este de Ucrania, porque “representa una violación de la integridad territorial y la soberanía”.

La operación militar es contraria “a la resolución pacífica de las controversias que está consagrada en el derecho internacional y en la carta de las Naciones Unidas”, señala el texto, leído por Rita Claverie de Sciolli, embajadora de Guatemala ante la OEA.

La declaración fue respaldada por Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago y Venezuela (representada por un delegado del líder opositor Juan Guaidó tras la salida del bloque del gobierno de Nicolás Maduro en 2019).

Honduras comunicó su adhesión al texto durante la sesión.

Destacan dos grandes ausencias: Brasil y Argentina.

El primero, por boca de su embajador ante la OEA, Otávio Brandelli, afirmó que su país, en condición de miembro no permanente, participa activamente en las discusiones sobre Ucrania en el Consejo de Seguridad de la ONU, y está muy preocupado por la decisión de Rusia de enviar tropas sobre el terreno.

Pero -añadió- que deben tomarse en consideración las preocupaciones de Rusia “principalmente en lo que respecta al equilibrio de tropas y armas estratégicas en el contexto europeo” aunque esto “no da a la Federación rusa el derecho a usar la fuerza y amenazar la integridad territorial y soberanía de otro Estado”.

En nombre de Argentina, María Cecilia Villagra leyó el comunicado emitido por la cancillería la víspera que expresa el “más firme rechazo al uso de la fuerza armada y lamenta profundamente” la situación generada en Ucrania.

Bolivia tampoco figura en la lista. Su embajador ante la organización, Héctor Enrique Arce, afirmó no obstante que “nada absolutamente nada justifica ninguna forma de violencia o agresión cuando de por medio está la lamentable pérdida de vidas humanas”.

Nicaragua, que pidió salirse de la OEA en noviembre pasado y se posicionó de parte de Rusia en la guerra, no respaldó la condena.

“Rendir cuentas”

El secretario general de la organización, Luis Almagro, afirmó que “ninguna de las razonas invocadas por el presidente ruso (Vladimir Putin) puede ser excusa para los actos que bajo sus órdenes se están cometiendo en Ucrania”.

“Es difícil de imaginar que algo así suceda en el centro de Europa en pleno siglo XXI”, dijo sobre un conflicto que comenzó “porque Rusia quiere esta guerra” y “lanza misiles sobre un Estado pacífico”.

“Estamos luchando con la ayuda de nuestros amigos y aliados”, afirmó la embajadora, que pidió sanciones masivas contra Rusia y más armas defensivas.

Exhortó además a suspender la participación de Rusia en las organizaciones internacionales, incluida la OEA.

El representante de Rusia estimó que la declaración era una “mala interpretación de la situación en Ucrania”.

“Se ha ignorado que la guerra sangrienta con víctimas civiles se ha librado en (la región separatista de) Donbás durante ocho años y que todo el tiempo nuestros colegas occidentales estaban encubriendo constantemente al régimen ucraniano, haciendo la vista gorda sobre los crímenes militares contra civiles”, afirmó.

Minutos después la embajadora ucraniana dijo que le resultó “doloroso” escuchar el discurso de su colega ruso cuando “atacaron un orfanato, un hospital e infraestructura civil”. El fiscal general está recopilando “los videos, todas las fotos” y algún día “tendrán que rendir cuentas”.