El peronismo se encamina a perder su holgada mayoría en el Senado de Argentina por vez primera en más de tres décadas de confirmarse los datos del escrutinio provisional de las elecciones legislativas de Argentina del domingo, que dan un mayor apoyo a la principal fuerza de la oposición.

El peronismo, movimiento político que gobierna allende los Andes, se encamina a perder su holgada mayoría en el Senado de Argentina por vez primera en más de tres décadas.

Eso de confirmarse los datos del escrutinio provisional de las elecciones legislativas de Argentina del domingo, que dan un mayor apoyo a la principal fuerza de la oposición.

Según el conteo provisional de los comicios, las listas de candidatos a diputados del oficialista Frente de Todos fueron las más votadas en nueve de las 24 jurisdicciones.

No obstante, el opositor Juntos por el Cambio – al que pertenece el expresidente conservador Mauricio Macri (2015-2019), se alzó en 12.

El conteo definitivo lo hará la justicia electoral de Argentina en los próximos días.

Más de 34 millones de personas estaban convocadas a votar como ocurre cada dos años para renovar la mitad de la Cámara de Diputados – donde ahora ningún grupo tiene mayoría absoluta – y un tercio del Senado, dominado por el oficialismo.

Allí tuvo peor suerte el Gobierno: lidera con sus propuestas en solo dos de las ocho provincias a las que este año les tocaba elegir senadores.

Nueva etapa para el país con el FMI como protagonista

De confirmarse estos datos, el peronismo, al que se adscribe el presidente Alberto Fernández y la exmandataria y actual vicepresidenta Cristina Fernández – que lidera el ala kirchnerista – perderá su mayoría absoluta en el Senado, donde actualmente cuenta con 41 de los 72 escaños totales.

“He cometido errores y mi obligación es aprender de los mismos”, aseveró el mandatario al conocerse los resultados.

En un discurso televisado desde su residencia, Fernández se mostró optimista y llamó a abrir una etapa de esperanza y dejar atrás la que ha estado marcada por la pandemia de covid-19 más la crisis económica que aseveró recibió del gobierno de Macri.

Abogó así por “priorizar los acuerdos nacionales” en un momento en que, según remarcó, ya se siente la recuperación – tras tres años y medio de recesión – pero en que es crucial llegar a un “acuerdo sustentable” con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para refinanciar con el organismo la deuda de US$44 mil millones de dólares contraída por la administración anterior.

Para ello, adelantó que enviará al Congreso un proyecto de ley que incluirá los avances que el Gobierno haya alcanzado con el FMI, pero “sin renunciar a los principios de crecimiento económico e inclusión social”.

Precedente de las primarias

Los comicios, que tuvieron una participación del 71,67%, llegan precedidos de las primarias de hace dos meses.

En ellas quedó patente la pérdida de popularidad del Gobierno en medio de la recesión agravada por la irrupción del coronavirus, altos números de pobreza e inflación, escándalos relacionados con la gestión de la pandemia y las antipáticas medidas tomadas para paliarla.

Esa derrota en septiembre generó fuertes tensiones entre el jefe de Estado y la vicepresidenta, lo que elevó la incertidumbre por el futuro de la coalición de Gobierno tras otra posible derrota en las elecciones de hoy.

Con todo, anoche, Cristina Fernández fue la gran ausente en el búnker del Frente de Todos, adonde sí acudió el jefe de Estado.

Hace diez días, la líder kirchnerista, que como vicepresidenta también preside el Senado, fue intervenida de una cirugía programada.

Poco después de cerrarse los colegios electorales, en un mensaje a través de Twitter, excusó su ausencia en la sede partidaria por la necesidad de hacer reposo.

El escrutinio de hoy, aunque no varía en demasía al de las primarias, sí vislumbra una mejoría del peronismo en lugares cruciales como la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país y tradicional bastión de esta ideología, donde la lista del Frente de Todos logró achicar la distancia con la de Juntos por el Cambio.

Con el ojo en las presidenciales

Por su parte, Juntos por el Cambio – ya recuperada de la derrota de Macri en las presidenciales de 2019 – celebró su victoria en unidad en su búnker de Buenos Aires, pese a que confiaba en haber podido ganar con más diferencia en la provincia bonaerense y haber logrado mayor presencia en la Cámara de Diputados, donde el peronismo seguirá siendo la primera fuerza, según los resultados provisionales.

Cumplida la primera mitad del mandato de Fernández, y una vez concluidas las legislativas, la estrategia política se posa en las presidenciales de 2023.

“Tenemos una transición hasta 2023 que hay que acompañar y administrar entre todos, porque estamos frente a un Gobierno que no tiene plan y no tiene rumbo”, aseveró Macri – que no optaba a ningún cargo en las legislativas – en declaraciones al canal TN, agregando que la oposición encara una “nueva oportunidad” que llamó a no perder “repitiendo los mismos errores del pasado”.