Recuperar la mayoría de las competencias cedidas al Estado o, en caso de no conseguirlo, “marcharse” de Argentina. Estos son los planteamientos del “MendoExit”.

Se trata de un “movimiento” que cuestiona el federalismo argentino hasta el punto de poner sobre la mesa la independencia de la provincia de Mendoza, situada en el oeste del país.

La repercusión mediática de estas ideas adquirió tal protagonismo que hace unas semanas el diputado José Luis Ramón, propuso la convocatoria de un plebiscito no vinculante en las próximas elecciones provinciales. Esto sería una respuesta irónica para zanjar el debate.

“La propuesta es que en la próxima elección cada partido político, manifieste la opción de ‘quiero seguir siendo argentino o quiero dejar de serlo’. Es muy fuerte esto, porque sería proponer que se cometa un delito”, afirmó el legislador mendocino.

El parlamentario recordó que la Constitución argentina prohíbe la secesión de cualquier parte de su territorio. Es por esto que ningún partido, ni siquiera el suyo, apoyaría la propuesta.

Las raíces del “MendoExit”

El “MendoExit” obtuvo relevancia en los medios de comunicación nacionales a mediados del año pasado. El actual presidente de la centenaria Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo, manifestó en un programa de radio que Mendoza “tiene todo para vivir como un país independiente”.

“La verdad que no me gusta separarnos de la nación, pero ellos están obligando a Mendoza a autoafirmarse en sus propios valores. En sus identidades”, señaló entonces Cornejo.

A los intereses económicos se suman los desagravios impositivos que -en opinión de los partidarios del “MendoExit”- sufre Mendoza. Esto, como consecuencia de un sistema de coparticipación fiscal que “perjudica a la región” y que precisa del consenso de las 24 jurisdicciones para ser modificado, al ser una norma con rango constitucional.

“Hay una desigualdad de reparto de recursos que es fuerte en la Argentina, pero eso es una discusión que se da en el Congreso de la Nación”, dijo.

“Esto requiere de una organización política desde la provincia y dar pelea por los temas económicos, pero sin separarnos de la nación”, argumentó José Luis Ramón.

Creación de un partido político

Esa posible independencia de Mendoza no sólo se debate en las altas esferas políticas: poco después de las declaraciones del exgobernador provincial, miles de internautas se posicionaron a favor de esta medida bajo la etiqueta #MendoExit, en alusión a la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Uno de los mayores exponentes de esta corriente de opinión es Hugo Laricchia, empresario turístico y dirigente de Éxito, un partido político creado a principios de este año y que aspira a ser el brazo electoral del “MendoExit” en los próximos comicios provinciales.

“Decidimos constituir algo 100 % mendocino y bregar por la autonomía de Mendoza, que es la que está contemplada en la Constitución, con un agregado: o nos cumplen el contrato, o nos vamos”, asegura Laricchia a Efe, agregando que el escenario de una independencia mendocina “no es necesario”.

Así, la autonomía reclamada por Laricchia y sus correligionarios abarca diferentes cuestiones. Una es la supremacía de los decretos provinciales respecto a los nacionales, la concesión de una línea aérea provincial y el fin de un sistema impositivo federal que ha creado un Estado “unitario en la práctica”.

“Hace muchas décadas que Mendoza es castigada por la Nación”, aseveró acerca de una provincia que recibe un 4,1% de lo recaudado.

¿Es factible un referéndum?

En ese sentido, Laricchia sostiene que “nadie plantea si se quiere seguir siendo argentino o dejar de serlo”. Sino más bien, la revisión del “contrato” que une a Mendoza con el resto del país.

“Si hay un 80 o 90 % de mendocinos que no resisten más esta situación, cualquier escenario es posible”,
opinó Laricchia.

En cualquier caso, el diputado José Luis Ramón confesó que su propia propuesta ni siquiera llegará a tratarse en la Legislatura provincial. Esto, ya que ningún partido político del actual arco parlamentario aboga por la independencia de Mendoza.

“Ni el radicalismo, ni el Partido Justicialista podrá prestar acuerdo aún para tratar nuestro propio proyecto. La realidad es que nuestro partido tiene la visión de que la Argentina siga siendo un Estado poderoso. No va a pasar eso, no hay manera de que pueda ocurrir”, sentencia con confianza el legislador.