En Bolivia, los intentos de diálogo entre actores sociales, políticos y autoridades han fracasado mientras continúan los bloqueos de carreteras.

Tras el fracaso del diálogo convocado por el tribunal electoral inicialmente, y luego por la presidenta de transición Jeanine Áñez, han comenzado a registrarse los primeros enfrentamientos entre sectores sociales afines a Evo Morales, que bloquean carreteras en 77 puntos del país, y grupos contrarios.

Los manifestantes exigen que las elecciones generales no sean postergadas hasta el próximo 18 de octubre y que se realicen el 6 de septiembre, como estaba decidido.

Las autoridades han denunciado que los bloqueos impiden el transporte de alimentos y de oxígeno, lo que ha ocasionado por lo menos 31 muertes en los hospitales, además que se teme una pandemia explosiva.

Al diálogo convocado por el gobierno no asistieron los principales partidos políticos en la carrera electoral, ni la Central Obrera Boliviana ni autoridades del Parlamento, por lo que la presidenta, a quien cada vez más voces piden su renuncia como candidata, propuso una comisión para ampliar las conversaciones con los sectores sociales.

El ejecutivo afirma que espera que se amplíe el diálogo para acordar suspender los bloqueos. De lo contrario, la policía y el ejército dispersarán estas protestas para garantizar la transitabilidad en los caminos.