Este viernes, el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, nuevamente cuestionó la competencia de los médicos cubanos que ejercen en su país y comparó sus condiciones de trabajo con la “esclavitud”, dos días después que La Habana decidiera su retirada.

Lanzado en 2013 por la presidenta izquierdista, Dilma Rousseff, el programa ·Mais Médicos” (Más Médicos) permitió dar asistencia a la población de las regiones más pobres y rurales de Brasil, principalmente gracias a la llegada de profesionales cubanos que, actualmente, ocupan la mitad de los puestos del programa.

En el contrato vigente, la isla paga un sueldo a sus médicos en misión, cerca del 30% del valor desembolsado por Brasil, les conserva sus salarios y puestos de trabajo en Cuba, y dedica el resto de las ganancias al presupuesto estatal.

“Los médicos cubanos están prácticamente sometidos a una situación de esclavitud. ¿Usted se imagina que le confiscaran el 70% de su salario?”, lanzó Bolsonaro a una periodista a su salida de una reunión con el comandante de la Marina en Río de Janeiro.

Cuba anunció el miércoles el fin de su participación en el programa debido a las “referencias directas, despectivas y amenazantes” hacia los médicos realizadas por Bolsonaro, quien condicionó la permanencia de éstos a que pasen exámenes para revalidar sus competencias, reciban su salario integral y puedan traer a su familia.

“¿Debemos dejar a los más pobres en manos de profesionales sin tener cualquier garantía (de sus competencias)? Es injusto, es inhumano”, indicó el ultraderechista, que había proferido comentarios similares en los últimos días.

Pero el Frente Nacional de los Alcaldes de Brasil (FNP) encendió las alarmas al recordar en un comunicado que alrededor del 80% de los municipios del país “dependen exclusivamente del programa para sus cuidados médicos y que el 90% de la población indígena es tratada por profesionales cubanos”.

Más de 113 millones de pacientes fueron tratados por unos 20.000 médicos cubanos desde agosto de 2013 a la fecha, según datos de La Habana.

Actualmente, quedan unos 8.000 de estos profesionales en el gigante sudamericano, 6.000 de los cuales deberían regresar a la isla antes de Navidad, según anunció Cuba el jueves.

El Ministerio de Salud brasileño afirmó este viernes que lanzará un concurso para suplir las vacantes con médicos locales.

El proceso de selección será culminado en noviembre y los profesionales comparecerán a los municipios “inmediatamente después”, garantizó el gobierno.

Actualmente, médicos y paramédicos cubanos trabajan en 67 países, una práctica que comenzó desde los primeros años de la revolución de Fidel Castro en 1959 y que ha sido calificada como “diplomacia de batas blancas”.

Esos servicios representan la principal fuente de ingresos de la isla con unos 11.000 millones de dólares anuales, por encima del turismo o los envíos de remesas de los emigrados, aunque en muchos casos Cuba ofrece cooperación gratuita, como sucede en Haití.