El ex secretario general de la ONU y premio Nobel de la Paz, Kofi Annan, falleció el sábado a los 80 años, tras haberse convertido en estrella de la diplomacia mundial durante sus diez años al frente de Naciones Unidas.

El ghanés Annan, que residía en Suiza, fue el séptimo secretario general de la ONU, entre enero de 1997 y diciembre de 2006.

La canciller alemana, Angela Merkel, consideró que era una “voz” que “extrañaremos mucho en una época en la que la búsqueda en común de soluciones a los problemas mundiales es más urgente que nunca”.

Junto con la organización, Annan recibió en 2001 el Premio Nobel de la Paz por sus “esfuerzos en favor de un mundo mejor organizado y más pacífico”.

Una vez nombrado secretario general de la ONU, Annan se adaptó rápidamente a su nuevo papel, hasta convertirse en lo que algunos calificaron de “estrella de rock de la diplomacia”.

Fiel a su estilo, no extrañó que se ofreciera a mediar entre Chile y Bolivia por la histórica demanda de salida al mar por parte del país altiplánico, durante la Cumbre Iberoamericana que se desarrolló en Santa Cruz de la Sierra en noviembre de 2003.

En la oportunidad, Annan destacó la relevancia que tenía para la economía boliviana tener un acceso al mar, ofreciendo sus oficios para intentar lograr una solución al diferendo.

Así lo recordó el expresidente boliviano Carlos Mesa a través de su cuenta en Twitter.

Según cuenta la prensa de ese año, el encuentro estuvo lejos de ser amistoso, especialmente luego que el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, respaldara la demanda altiplánica.

“Bolivia tuvo mar y yo sueño con bañarme en una playa boliviana”, indicó en la oportunidad el extinto mandatario.

Sus declaraciones provocaron que nuestro país llamara a Santiago al embajador chileno en Caracas, medida que también replicó Venezuela.

Pero más allá del desencuentro diplomático entre los gobiernos de Chávez y Lagos, lo cierto es que finalmente la oferta de Kofi Annan no prosperó, pese a sus buenas intenciones.

Diez años más tarde, La Paz presentó una demanda contra Chile en la Corte Internacional de La Haya en busca de una salida al Pacífico, esperándose que entre septiembre y octubre próximo el máximo tribunal de justicia internacional entregue su fallo.