Un avión trasladó exitosamente a Chile a dos miembros enfermos del personal de una base científica estadounidense en la Antártica después de una escala en la base británica Rothera, en la península antártica.

El bimotor Twin Otter “llegó a Punta Arenas en Chile”, indicó el jueves un portavoz de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) de Estados Unidos, de la que depende la base norteamericana Amundsen-Scott situada a unos 250 metros del Polo Sur geográfico y a 2.200 kilómetros de Rothera, a unas 10 horas de vuelo.

“Desde Punta Arenas, los dos pacientes serán transportados a un centro médico para recibir los cuidados que no podían ser dispensados en la base Amundsen-Scott”, agregó el portavoz, Peter West, en un comunicado.

La identidad de los pacientes y el tipo de urgencias médicas no fueron precisados.

La NSF dijo únicamente que se trataba de dos empleados de la empresa estadounidense Lockheed Martin, responsable de la logística en la base.

La NSF decidió la semana pasada organizar esta evacuación dado el estado de salud de ambos.

La misión científica en el lugar cuenta con 39 hombres y nueve mujeres que permanecen allí durante todo el invierno austral.

Durante ese período, de febrero a octubre, es de noche casi permanentemente y las temperaturas son extremadamente bajas. El martes el termómetro marcaba 60 grados Celsius bajo cero.

Los vuelos en estas condiciones climáticas y en la oscuridad son peligrosos y este tipo de evacuación, por lo tanto, riesgosa y excepcional.

Esta es la tercera misión de este tipo en pleno invierno a esta base. La primera fue en 2001, cuando el único médico de la estación sufrió una pancreatitis potencialmente mortal y tuvo que ser evacuado urgentemente.

Otra evacuación médica exitosa también se llevó a cabo en 2001.

En 1999, la entonces médica de la estación estadounidense, Jerri Nielsen, que sufría un cáncer de mama y se trataba ella misma, tuvo que ser evacuada pero la misión se llevó a cabo en la primavera, cuando el tiempo es un poco más favorable.

El Twin Otter, un avión que puede transportar 18 pasajeros, puede funcionar con temperaturas de hasta -75° centígrados. El combustible, las baterías y los circuitos hidráulicos cuentan con un sistema de calefacción, especialmente utilizado antes del despegue.

La estación Amundsen-Scott realiza numerosas observaciones y mediciones científicas, incluyendo la del dióxido de carbono (CO2) que se encuentra en la atmósfera en el largo plazo.

También hay dos radiotelescopios que utilizan la radiación de fondo cósmica dejadas por el Big Bang para estudiar los inicios del universo, la energía oscura y la materia negra.