Núcleos patronales del Mercosur y la Unión Europea pidieron el jueves la ratificación del acuerdo de libre comercio anunciado hace un año, y que aún enfrenta un futuro incierto por lo temores sobre su impacto ambiental.

“El acuerdo ofrece muy buenas oportunidades para las economías y sociedades de ambas partes y es de crucial importancia no apenas por razones estratégicas y económicas, sino también desde una perspectiva de sustentabilidad”, señalaron las entidades empresariales en una nota.

De acuerdo con estas entidades, “las oportunidades de negocio creadas por este acuerdo también son importantes y urgentes para la recuperación del impacto creado por la pandemia de covid-19″.

Los núcleos temen que la demora en ratificar el acuerdo ponga en peligro “el potencial de posibilidades” de este tratado, el más importante jamás celebrado tanto por la UE como por el Mercosur.

El histórico acuerdo, añadieron en su nota, representa “una oportunidad única” para mostrar el compromiso de ambas partes “en materia de derechos laborales y derechos ambientales, ya que el capítulo sobre desarrollo sostenible es el más avanzado” de todos los acuerdos de libre comercio.

Pierre Gattaz, presidente del núcleo europeo BusinessEurope, recordó en la nota que “este acuerdo fue negociado durante 20 años. Ahora, debemos asegurarnos que sea ratificado. No podemos esperar otros 20 años”.

Negociado durante dos décadas, el acuerdo fue anunciado con enorme fiesta el año pasado pero su ratificación está lejos de ser garantizada.

Los parlamentos de Austria y Holanda (así como el legislativo regional valón en Bélgica) ya descartaron ratificar el acuerdo en su forma actual, mientras que Irlanda, Luxemburgo y Francia expresaron fuertes reticencias.

El propio vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombroskis, ya adelantó en octubre que no será posible ratificar el acuerdo sin compromisos ambientales claros y legalmente vinculantes.

“En su forma actual, no lo presentaremos para ratificación, y creo que aún si lo hacemos no tendremos éxito”, dijo, sin medias palabras, en una visión que es compartida por parte importante de los eurodiputados.

Un informe solicitado por el gobierno francés para definir su posición afirma que el aumento en la producción de carne vacuna para atender al mercado europeo representaría un incremento de 25% anual en los niveles de deforestación en el Mercosur, afectando un área equivalente a Holanda.