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El Estado podría gastar unos US$4 mil millones en el nuevo sistema de Financiamiento para la Educación Superior (FES) propuesto por el gobierno de Gabriel Boric, en contraste con los US$8 mil millones del CAE, según detalló el Ministerio de Hacienda ante la Comisión de Educación de la Cámara. El proyecto busca reformar el CAE debido a los altos aranceles, menor rentabilidad de la educación privada y el creciente desembolso fiscal. El FES funcionará como un "fondo revolvente" -donde los pagos podrán financiar a nuevos estudiantes- con tasas de contribución según ingresos, permitiendo a los deudores cambiar voluntariamente de plan y condonando parcialmente la deuda. Se proyecta reducir a la mitad la exigencia fiscal en diez años y redestinar recursos hacia áreas prioritarias como la educación parvularia.

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Unos US$4 mil millones frente a los US$8 mil millones del CAE.

Ese sería el gasto en el que incurriría el Estado en caso de aprobarse el proyecto del nuevo sistema de Financiamiento para la Educación Superior (FES) que propone el gobierno del presidente Gabriel Boric.

Esto según lo señalado del Ministerio de Hacienda, en el contexto de la intervención del ministro Mario Marcel y la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, ante la Comisión de Educación de la Cámara, donde detallaron las implicancias fiscales de la iniciativa anunciada a inicios de octubre.

Proyecto del FES

Según explicó Marcel en la sesión del martes, el CAE necesita ser reformado porque los aranceles cada vez son más altos y las carreras extensas, a lo que se une la menor rentabilidad de la educación superior privada.

A ello se une el alto y creciente desembolso fiscal al respecto, mientras que la banca privada ha “perdido interés” en el sistema, siendo solo BancoEstado el único oferente en las licitaciones de los últimos tres años.

¿Cómo funciona el nuevo mecanismo? Según explican desde Hacienda, los beneficiarios contribuirán cuatro años por cada uno estudiado, con un máximo de 20 y diferentes tasas según ingresos.

El FES funcionará como un “fondo revolvente”, donde quienes están pagando (o contribuyendo, como señala el Ejecutivo), están aportando para financiar los aranceles de los próximos estudiantes.

Hasta $500 mil mensuales el tramo, queda exento. Desde los $500 mil hasta los tres millones, la tasa será de 7% y desde los tres millones en adelante, la tasa será de 8%.

Para quienes ya están con el CAE, Fondo Solidario o crédito Corfo, se podrán cambiar voluntariamente al plan, con una renovación anual.

Pero específicamente sobre los deudores del CAE, el Fisco “pagará” la deuda anual y la persona contraerá el compromiso de pagar una cuota según los parámetros antes mencionados. Así, se condonará una parte de la deuda prorrateada en las cuotas siguientes según distintos parámetros.

Por ejemplo, para alguien que está al día, la condonación podría oscilar entre UF 60 u UF 120, mientras que para alguien en mora, sería de entre UF 40 y UF 80.

Para los egresados, sucede algo similar; estando al día puede ser de entre UF 30 y UF 60, mientras que para los que están en mora, entre UF 20 y UF 40.

Reducir la exigencia fiscal

Al ministro Marcel se le consultó sobre el impacto que tendría la contribución según determinada carrera. Al respecto, dijo que se hizo “el ejercicio con Medicina y Administración Pública, para que tengamos una carrera más corta y otra más larga, una con mayor rentabilidad o otra con menos”.

“Llegamos a proporciones de pago bien similares en ambos casos. Osea, no es más gravoso para que el que estudia Medicina que para quien cursa Administración Pública, y tampoco lo es a la inversa”, sostuvo el jefe de Hacienda.

Por su parte, la directora de Presupuestos explicó que “hay costos e ineficiencias en el sistema actual, derivados principalmente de los costos financieros involucrados en el proceso de ejecución de garantías y compra de cartera a los bancos comerciales”.

“Justamente, eso da espacio a pensar si podemos utilizar los recursos que ya el Estado está desembolsando de una mejor manera”, agregó Martínez.

Según el Gobierno, esta iniciativa de ley, mediante el reemplazo del CAE, permitiría reducir cerca de la mitad la exigencia fiscal proyectada a diez años.

Y en esta línea, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, agregó que “avanzar hacia un mayor ahorro fiscal, nos permitirá redestinar recursos hacia otras áreas que más lo necesitan, como la educación parvularia. El actual sistema es insostenible por lo caro que resulta para el Estado, producto del constante gasto en que debe incurrir para el pago de garantías de los créditos estudiantiles”.