Mediante una declaración conjunta, los países participantes se comprometieron a impulsar políticas en pos de una transición hacia economías sostenibles, las cuales puedan mover inversiones hacia tecnologías verdes, entre otros aspectos.

Una declaración conjunta con el fin de promover la transición hacia economías bajas en carbono y resistentes al clima. Este fue el documento firmado por diversos ministros de Hacienda, Economía y Finanzas de América Latina, entre los que se cuenta Mario Marcel.

En el contexto del segundo Diálogo de Alto Nivel de la Plataforma Regional de Cambio Climático de los diversos ministerios de finanzas de la región, realizado entre el 25 y 26 de septiembre en Santiago.

En la instancia, el ministro Marcel asumió la presidencia pro tempore de la plataforma, a la vez que se presentó y aprobó el plan de trabajo para 2023-2024.

Rol estratégico

La declaración reconoce el rol estratégico de los ministerios de finanzas en la transición a economías sostenibles, a la vez que ratifica los compromisos para promover políticas fiscales verdes, las cuales muevan capital privado hacia inversiones en tecnologías verdes, junto a la mitigación de riesgos asociados a la transición a economías descarbonizadas.

“Nuestras decisiones tienen profundas repercusiones en la asignación de recursos financieros, la formulación de políticas económicas, la canalización de la cooperación internacional para las economías emergentes y los países en desarrollo y la construcción de una visión de desarrollo sostenible“, expresa la declaración.

Además, el documento señala que “reconociendo nuestras diversas responsabilidades y las circunstancias únicas de nuestras naciones, nos unimos bajo el principio de responsabilidad común pero diferenciada, reforzando nuestro compromiso de crear un escenario propicio para la movilización de capitales hacia objetivos sostenibles y así contribuir a un futuro resiliente”.

La Plataforma Regional de Cambio Climático de los Ministerios de Hacienda, Economía y Finanzas de América Latina y el Caribe se erige como un espacio de intercambio de conocimiento y trabajo colaborativo, con el cual se busca fortalecer las políticas económicas y fiscales de la región, con foco en los retos que presenta el cambio climático y la transición a energías más limpias.

Según expresan desde el Ministerio de Hacienda chileno, la misma fue establecida en agosto de 2022, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y cuenta con la participación de 26 países miembros regionales del banco, y que representan más del 90% del PIB de América Latina y el Caribe.