Desde su título, esta propuesta alude a la cultura ancestral centro y sudamericana donde el maíz no sólo era el alimento de subsistencia diaria, sino también el centro de su cosmovisión al afirmar que el ciclo vital del grano coincide con el ciclo vital humano.

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

A su vez, el director de La Compañía Imaginaria de Valdivia (“Chatarrita”, “Máquina Sonora”, “Cisnes”, “Sonoridades Migrantes”) subraya que “el choclo está muy presente en el cultivo y consumo en nuestra Región de los Ríos, por lo que la historia de esta obra -con música en vivo, sello de un grupo, fundado en 2007- busca promover el diálogo intergeneracional entre niños y abuelos que pueden transmitir sus conocimientos”.

“En realidad, la música de cámara y orquestal y un narrador nos llevan a Centroamérica y al norte y sur de Chile al contar la historia de un niño que salva a su pueblo del hambre, gracias a la ayuda de un pájaro hablador y de una anciana que pone en sus manos un choclo”, dice el dramaturgo y director Yerko Tolić.

Sonidos y protagonistas

¿Qué ritmos y sonoridades asoman en “Mamá Choclo?

“Junto con aportar la estructura de la obra, a través de la música de flauta traversa, cello y viola asomarán melodías centroamericanas, alusiones a la cueca, también una zamba… según el viaje del Niño Andes que circula por distintos lugares culturales, con el choclo siempre presente”.

¿También son protagonistas las comunidades humanas?

“Ponemos énfasis en que este pueblo se muere de hambre por tres condiciones: ignorancia, flojera y egoísmo, y que la vida implica trabajo, colaboración y paciencia, y la necesidad enfrentar la atomización y los desastres sociales donde unos le roban a otro o se van del pueblo para no volver… producto de una situación de mal vivir…

Mamá Choclo
Franco von Arx

“Cuando el Niño Andes conoce a Mamá Choclo, ella le transmite, por ejemplo, que criar una chacra nos ayuda a alimentarnos en una sociedad que ha dejado de compartir, de consumir alimentos naturales, incluso, que ha perdido el conocimiento de lo beneficioso que son productos como el choclo, cuyo pelito en una infusión termina con malestares al estómago. La cultura ancestral tenía-tiene ese conocimiento que nos beneficia y no valoramos”.

Equilibrio y competencia

¿Se habla de las injusticias que provocan desastres sociales?

“El egoísmo existente al acaparar para uno más allá de las necesidades tiene como consecuencia la indebida apropiación de las riquezas, mientras que la falta de retribución rompe el equilibrio en una sociedad; decimos también que hay prácticas perjudiciales y beneficiosas, que fomentar la competencia por sobre la colaboración nos hace una sociedad altamente individualista”.

¿Crees que sea posible retornar a lo ancestral en sociedades como las de hoy?

“No está en nuestra propuesta esa dicotomía que es muy peligrosa, porque no es lo uno o lo otro, lo ancestral o lo tecnológico actual; lo ancestral puede desarrollarse en sociedades industrializadas complementando conocimientos.

“Pero nadie puede pensar que es positiva la dependencia farmacológica, un gigantesco negocio en una sociedad que produce enfermos; nuestra práctica alimentaria y la falta de educación física requieren atención médica, creo que podemos hacer algo para volver a ciertas prácticas que nos permitan ser una sociedad más sana.

“Mamá Choclo no existe, es un cuento: Niño Andes se encuentra con una anciana que le enseña a cultivar la tierra y él la bautiza así porque la asocia con el choclo y con una metáfora: que con un solo grano se puede alimentar a un pueblo entero.

“Un choclo tiene alrededor de 700-800 granos de gran potencial alimenticio: los precolombinos los secaban y tenían todo el año. En Valdivia hay muchas personas que tienen sus chacras para abastecerse de ciertos productos básicos sin agroquímicos. Con esta propuesta queremos abrir la conversación para este y otros temas, como los alimentos transgénicos”.

Mamá Choclo
Franco von Arx

Mamá Choclo

Dramaturgia y dirección: Yerko Tolić
Dirección musical: Tanja von Arx
Música original: Fernando Muslera
Conjunto de cámara: Tanja von Arx (Flauta traversa), José Carimán (Cello) y Adolfo Soto (Viola)

Vestuario: Queno Delgado
Construcción de objetos: José Jerez
Fotografía y audiovisual: Franco von Arx
Diseño gráfico: Yerko Tolić
Producción: La Compañía Imaginaria

Próximas funciones: Paillaco y Valdivia
Informaciones: www.lacompañiaimaginaria.com