Mediante un largo artículo, el prestigioso diario El País de España abordó el masivo contagio de covid-19 que afectó a la obra teatral “Orquesta de señoritas”, la misma que hoy registra dos fallecidos en sus filas: Tomás Vidiella y Patricio Araya.

Allí detallan que 4 de los 7 actores que trabajaban en el montaje resultaron contagiados, además del histórico estilista nacional.

“Si no se puede abrir un teatro, ¿por qué sí una playa llena de gente?… No era tan raro en este contexto seguir para adelante. Vimos que había una posibilidad de volver, una luz, y empezamos”, señaló Álvaro Viguera, director de la obra, quien también recordó la expectativa que rodeaba al estreno del Teatro Oriente, dependiente de la municipalidad de Providencia: “En tres días estaba toda la temporada vendida”.

“Fue muy doloroso, porque todo había fluido bien, desde comienzos de diciembre que comenzamos los ensayos hasta que estrenamos (…). Y se metió el bicho. Fue mala suerte”, agregó.

El artista atribuye el halo trágico de los acontecimientos a la mala fortuna, y lo ejemplifica así: “Sentíamos que alguien nos dijo ‘oye, estos son los protocolos’, y lo cumplíamos y todo iba bien. Funcionaba, y funcionó hasta el minuto 90. O sea, fue como cuando estás jugando un partido de fútbol y te meten el gol en el último minuto”.

Según su relato, fue el propio Viguera quien le informó telefónicamente a Vidiella que este había dado positivo para el nuevo coronavirus: “Tal como cuando yo lo había llamado para convocarlo a la obra y estaba feliz, también me tocó decirle por teléfono que salió positivo”, contó.

“Él estaba muy impactado, pero también tranquilo. Tomás siempre fue una persona muy tranquila, y tomaba las cosas con distancia. No era alguien que entrara en ningún pánico. Se sorprendió y bueno, ya luego ocurrió lo que ocurrió. Comenzó algo muy dramático a nivel emocional”, dijo.

Luego, reflexionó: “Nosotros sentíamos que estábamos abriendo un espacio para el teatro, éramos punta de flecha. Que no vengan a decir ahora ‘esto no se debió haber hecho’. Después de un año, ya en fase 4 (la fase que permitió la reapertura), el teatro estaba agonizando y la intención era poder volver con el teatro. Si me pasara de nuevo, lo volvería a hacer. Si estuviéramos en una fase 4, y me dijeran ‘hay una oportunidad con todos los protocolos’, lo volvería a hacer. No siento arrepentimiento alguno”.

“Hay que pensar cómo lo vamos a hacer y no estar apuntándonos con el dedo, porque en el fondo nosotros fuimos a subir una montaña y volvimos con heridos, volvimos con caídos, volvimos con muertos. Entonces, ¿qué hacemos? ¿No volvemos a subir nunca más la montaña? Eso no puede ser. Yo voy a volver a subirla. El gremio está muy golpeado, pero debe trabajar de manera conjunta, con respeto, porque algo así le pudo pasar a cualquiera”. agregó.

Sobre el teatro digital, fue enfático: “Tenemos que ir afinando qué vamos a hacer para adelante. Está bien el teatro digital, pero todos sabemos, cuando nos acostamos con nuestra almohada, que eso no es teatro, y que el teatro está en las salas, con el público”.