Un niño de 11 años murió baleado en una favela de Rio de Janeiro durante un tiroteo la noche del miércoles, poco más de 24 horas antes de la Navidad.
Testigos citados por el sitio de noticias G1 indicaron que varios hombres entraron a la comunidad disparando para ejecutar a un joven de entre 17 y 20 años, que al final también falleció por varios tiros.
Otras dos personas resultaron heridas de bala.
“¡Perdí la mitad de mí, mataron a un niño, a un ángel!”, dijo desesperado su padre Marcos dos Santos.
El niño estaba ayudando a su padre en una venta de frutas. Al oír los tiros, salió corriendo para protegerse pero cayó herido con un disparo en el pecho. Llegó a ser socorrido con vida en el ambulatorio del barrio pero murió poco después.
Los vecinos de Cidade de Deus, escenario de la mundialmente película que lleva su nombre (2002), quemaron basura en la calle en protesta por la tragedia. La policía de Rio no respondió a las consultas de la AFP sobre este hecho.
Hace 10 días, un niño de dos años murió víctima de una bala perdida en otra favela de la ciudad sede de los Juegos Olímpicos de 2016.
Unicef estima que en Brasil son asesinados 28 niños y adolescentes cada día. La agencia de la ONU para la niñez denuncia que la tasa de homicidios en la población negra, generalmente pobre y habitante de la periferia de los grandes centros urbanos, es casi cuatro veces mayor que la de la población blanca.