El presidente argentino, Mauricio Macri, volvió a mostrar el cambio de estilo que pretende darle a la gestión al recibir este sábado a los gobernadores de los 24 distritos, en un almuerzo en la residencia oficial de Olivos, ubicada en la periferia norte.

La nota del día fue la presencia de la nueva gobernadora de la patagónica provincia de Santa Cruz, Alicia Kirchner, hermana del fallecido presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y cuñada de la saliente mandataria Cristina Fernández, quien fue 12 años ministra de Desarrollo Social.

“Creo que estamos todos alineados en la necesidad de generar trabajo, ha habido un consenso importante en que lo único que creció en los últimos tiempos en las provincias es el trabajo público y eso llegó en muchas provincias a estar en una situación de quiebra“, declaró Macri.

Tras la reunión, el presidente recibió a la prensa en la residencia de Olivos, junto a cuatro gobernadores de distinto signo político.

Macri, un liberal de derecha, no anunció el sábado las medidas económicas y puso énfasis en mostrar el cambio de estilo frente al confrontacional de Cristina, a quien no se la recuerda encabezando un encuentro de los 24 gobernadores en su residencia.

Macri volvió a mencionar al “avance del narcotráfico” como una preocupación común.

Insistió en que el objetivo es “trabajar por una Argentina con pobreza cero, sin narcotráfico y más unida” así como “mejorar la calidad institucional en el sistema electoral y judicial”, consignas de su campaña.

“Valoramos esta instancia que hoy se abre para encontrar caminos razonables que permitan restablecer el federalismo“, declaró el gobernador de Santa Fe, el socialista Miguel Lifstchitz.

El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, de la Unión Cívica Radical, aliada de Macri en la coalición de centro-derecha Cambiemos, agradeció “el gran gesto que genera un clima para discutir estos reclamos históricos (…) sobre los repartos de fondos”.

La “coparticipación”, como se llama a la distribución de impuestos federales ha sido un tema recurrente de tensión entre Nación y provincias.

Macri confirmó que no tiene previsto convocar a sesiones extraordinarias del Congreso, por lo que el tratamiento de nuevas leyes deberá esperar al 1 de marzo próximo, cuando se inicie un nuevo período legislativo.