Cinco carabineros en retiro fueron acusados de ser los autores y encubridores del homicidio calificado a golpes de un trabajador de la Sociedad Química y Minera de Chile (Soquimich), ocurrido en Gorbea en septiembre de 1973. Además uno de ellos fue acusado de las vejaciones a una profesora en la misma fecha.

Se trata de dos acusaciones formuladas por el ministro en visita para causas de violaciones a los derechos humanos en la Corte de Apelaciones de Temuco, Álvaro Mesa, en contra de los ex uniformados de la Tenencia de Gorbea, quienes son sindicados como los encubridores del homicidio de Domingo Antonio Obreque Obreque, quien a causa de intensos golpes y maltrato físico, falleció al interior de la unidad policial, tras lo cual su cuerpo fue lanzado al río Quepe.

El ministro acusó como autores de homicidio calificado al ex teniente de Carabineros, Patricio Horacio Burgueño Robles, junto a José Luis Guzmán Sandoval, Hugo Omar Cruz Castillo y a Carlos Alberto Alarcón Torres, mientras que Gonzalo Enrique Arias González fue sindicado como encubridor del delito.

Además el ex teniente Burgueño Robles, fue acusado como autor de apremios ilegítimos en contra de la profesora Hilda Francisca Gana Mardones, cometidos en septiembre de 1973.

El asesinato del trabajador de Soquimich ocurrió el 28 de septiembre de 1973, luego que una patrulla de la Tenencia de Carabineros de Gorbea lo detuvo en su domicilio, sin orden judicial, en presencia de sus tres hijos y su cónyuge, para ser trasladado hasta la unidad policial siendo ingresado directamente a las caballerizas donde fue sometido a una brutal golpiza con consecuencias fatales.

En la misma fecha, Hilda Francisca Gana Mardones, profesora de la Escuela número 6 de Gorbea, fue detenida en la vía pública por personal de Carabineros y trasladada en un vehículo hasta su domicilio con la finalidad de efectuar un allanamiento, ya que la acusaban de mantener armamento oculto en ese lugar.

Lo anterior, bajo constantes amenazas e insultos. Al no obtener resultados el teniente Patricio Horacio Burgueño Robles, nuevamente interrogó a la profesora en su oficina, tras lo cual pese a su resistencia le quitó la ropa y la trasladó a la guardia del recinto policial, exhibiéndola desnuda a los funcionarios que se encontraban en ese lugar mientras la insultaba y amenazaba.