Las fuerzas armadas de Sudán del Sur perpetraron crímenes atroces contra niños, como castraciones, violaciones y degollamientos, durante el conflicto civil que desgarra al país desde hace un año y medio, informó en un comunicado Unicef.

“Los supervivientes contaron que (los soldados) dejaban morir a chicos castrados, que niñas de apenas ocho años sufrían violaciones colectivas antes de ser asesinadas”, declaró en un comunicado Anthony Lake, director general de Unicef, la agencia para la infancia de Naciones Unidas, a principios de semana.

Niños atados entre sí por sus agresores antes de degollarlos, otros arrojados a edificios en llamas… Aunque no hay balances oficiales, la ONU considera que decenas de miles de niños han sido asesinados en los últimos 18 meses de conflicto.

Al menos 129 menores murieron en mayo en el Estado de Unidad (norte), escenario de los peores combates desde que comenzó la guerra civil en diciembre de 2013, añadió Unicef, cuando el presidente Salva Kiir acusó a su ex vicepresidente, Riek Machar, de instigar un golpe de Estado.

El conflicto, que se inició en el seno del ejército sursudanés, ya de por sí minado por los antagonismos político-étnicos y la rivalidad entre las fuerzas leales a los dos hombres fuertes del gobierno, ha degenerado en una guerra fratricida caracterizada por las masacres étnicas, las violaciones en masa y el empleo de niños soldado.

“La violencia contra los niños de Sudán del Sur ha alcanzado un nuevo pico de brutalidad”, añadió Lake. Además, miles de menores han sido secuestrados para obligarlos a combatir.

“Están siendo reclutados a un ritmo alarmante – unos 13.000″ desde el inicio del conflicto, explicó el responsable.

“Pueden imaginar las secuelas físicas y psicológicas sobre estos niños, no solo ligados a la violencia que les han infligido, sino al sufrimiento que han debido infligir a otros”.

Recordemos que unos 250.000 niños se encuentran en riesgo de muerte por inanición, mientras que dos tercios de los doce millones de habitantes del país necesitan ayuda. De ellos, 4,5 millones se encuentran en riesgo grave de quedarse sin alimentos, según la ONU.

“En nombre de la Humanidad y de la decencia más elemental, esta violencia contra inocentes debe cesar”, concluyó el director de Unicef.