Al menos 45 civiles, entre ellos mujeres y niños, murieron el sábado a causa de los ataques con barriles de explosivos llevados a cabo por helicópteros del régimen sirio en la provincia de Alepo, en el norte de este país en guerra, según una ONG siria.

Otras decenas de personas resultaron heridas en estos ataques contra la localidad de Al Bab bajo control del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y el barrio de Al Shaar en el este de la ciudad de Alepo en poder de los rebeldes sirios, precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

“Los helicópteros del régimen soltaron barriles de explosivos sobre Al Bab y barrios del este de la ciudad del Alepo matando a por lo menos 45 civiles e hiriendo a decenas más”, agregó la OSDH, establecida en el Reino Unido pero que tiene una importante red de fuentes médicas y de informantes en Siria.

Doce personas murieron en Al Shaar, incluidos ocho miembros de una misma familia, precisó la fuente. Entre las víctimas hay tres niños y cuatro mujeres.

En la localidad de Al Bab, los helicópteros atacaron un mercado popular en una hora de gran afluencia y dejaron un saldo de por lo menos 33 muertos, señaló el director de la OSDH Rami Abdel Rahmane, quien afirmó que había todavía 19 personas desaparecidas bajo los escombros.

Las organizaciones de defensa de los derechos humanos critican regularmente la utilización de estos barriles llenos de explosivos por el régimen del presidente Bashar al Asad, porque se trata de un arma particularmente destructiva que mata a ciegas.

Las fuerzas del régimen empezaron a utilizar estas mortíferas bombas de barril en 2013 contra los sectores rebeldes de Alepo, la segunda ciudad del país controlada en parte por los insurgentes.