Los rebeldes sirios y grupos yihadistas que combaten al régimen de Bashar al Asad, han atacado “indiscriminadamente” a civiles, violando las leyes de guerra, denunció este lunes la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW).

“Los civiles están pagando el precio, tanto en las zonas controladas por el gobierno, como en los territorios de los rebeldes, sin que haya una respuesta internacional adecuada”, estimó la organización con sede en Nueva York.

Más de 215.000 personas han muerto en Siria desde marzo de 2011, cuando las revueltas contra el gobierno derivaron en una violenta guerra civil. Además 11,5 millones de personas han sido desplazadas por el conflicto.

El director adjunto para Medio Oriente, Nadim Houry, estimó que los grupos rebeldes actúan con la misma crueldad que el gobierno.

HRW señaló que, en áreas controladas por el gobierno a las cuales tuvieron acceso, entre enero de 2012 y abril de 2014 registraron tanto coches bombas como bombardeos.

“Además de ser indiscriminados, muchos de estos ataques parecen tener como objetivo principal sembrar el terror entre la población civil”, señaló el informe.

El informe señala que algunos de los ataques investigados fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), por el frente Al Nusra, la rama local de Al Qaida, y también por el EjÉrcito Sirio Libre.

El gobierno sirio también ha sido acusado de cometer atrocidades, incluyendo bombardeos indiscriminados, uso de tortura contra opositores y ataques con armas químicas.

HRW reiteró su llamado a que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acuda a la Corte Penal Internacional.