El carabinero en retiro, Mario Pizarro, fue condenado a la pena de 10 aós y un día por el homicidio calificado del menor de 15 años de edad, Orlando Ponce Quezada en 1973, en los faldeos del cerro Colorado en Renca. El ex uniformado fue procesado en calidad de autor.

Mario Carroza, ministro en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de Santiago para causas por violación a los derechos Humanos, fue quien dictó la sentencia en contra de Pizarro. Además en la ocasión se absolvió al sargento en retiro de Carabineros, Patricio Montecinos, por falta de participación en los hechos.

El fallo indica que “el día 13 de octubre de 1973, en horas de la mañana, efectivos militares, funcionarios de Carabineros e Investigaciones desarrollaron un allanamiento en la población Cerro Colorado de la comuna de Renca: en el operativo las Fuerzas Armadas y de Orden le ordenaron a varones mayores de 18 años dirigirse con su cédula de identidad hasta el sector donde existía en esa época una cancha de fútbol (…) lugar donde se verificarían sus identidades y antecedentes por funcionarios de Investigaciones”.

De esta manera se explica que en el marco de ese procedimiento, Orlando Ponce se asomó por curiosidad al antejardín de la casa en la vivía, para enterarse de lo que estaba sucediendo.

“Al ser sorprendido por un militar, recibe la advertencia que se entre y no salga, pero éste hace caso omiso de la orden e incurre en la misma conducta, lo que habría llevado al militar a ordenarle que también vaya donde estaban los varones adultos”, explica el documento.

El fallo indica que tras esta situación, el menor de edad es obligado a mantenerse tendido boca abajo mientras se continuaba revisando los documentos, liberando a alguno de los adultos, menos al joven, “Carabineros sube en una camioneta C-10 de color rojo y junto a otras dos personas los mantienen en las mismas condiciones para trasladarlo luego a la Primera Comisaría de Renca”, explica.

Agrega que “en la unidad policial, permanecieron un par de horas y luego se les obliga a subirse nuevamente a la camioneta, y en ella les llevan hasta los faldeos del Cerro Colorado, donde se les ordena bajarse y acto seguido comienzan a golpearlos fuertemente con los pies, las manos y las armas que portaban, luego a dos de ellos los suben heridos a la camioneta, pero a Ponce Quezada, el teniente Mario Pizarro Cortés le habría ordenado caminar delante de ellos (…) instante que aprovecha el teniente Mario Pizarro Cortés para ordenarle a los carabineros que lo acompañan que le disparen, lo cual ellos cumplen y consiguen abatir al menor”.

En tanto, se logró acreditar que Pizarro lo remató con su arma de servicio, hecho que le provocó su muerte por un “traumatismo cráneo encefálico y de tres impactos en el sector abdominal, con salida de proyectil”.

En el aspecto civil, se resolvió condenar al fisco a pagar la suma de $15 millones por el concepto de daño moral al querellante Alberto Haroldo Ponce Quezada, hermano de la víctima.