Una serie de medidas se acordaron este lunes al interior de la Unión Demócrata Independiente, a propósito de la vinculación de algunos de sus militantes emblemáticos con el Caso Penta.

El escándalo por el financiamiento irregular de campañas políticas ha reventado prácticamente en la cara del gremialismo, que tiene a connotadas figuras vinculadas como los senadores Ena Von Baer e Iván Moreira, el ex candidato senatorial Pablo Zalaquett y Jovino Novoa.

La polémica incluso salpicó al presidente de la tienda opositora, Ernesto Silva, a propósito de un correo electrónico donde uno de los controladores del holding, Carlos Eugenio Lavín, por la tramitación de la Ley de Isapres, lo que ha sido interpretado derechamente como un lobby.

Estas situaciones ha motivado la molestia de algunos miembros del partido, especialmente parlamentarios y alcaldes, por el costo mediático que deben afrontar ante la opinión pública.

Por lo anterior, ya desde hace unos días se ha empezado a hablar de “responsabilidades individuales”, lo que incluso se reflejó en la conferencia de prensa donde el senador Moreira reconoció su vínculo con Penta, y en donde destacó la ausencia de pendones y logos característicos de la sala de prensa.

Pero además, según publica La Tercera, las presiones apuntan a que los involucrados dejen el partido. Esto fue abordado el lunes por la directiva, donde se acordó que los militantes que sean formalizados deberán congelar sus militancias; y en el caso de ser condenados, se les expulsará del partido.

No obstante, según señalan fuentes del matutino, la situación más compleja es la de Jovino Novoa, quien es uno de los dirigentes históricos del gremialismo, y quien pese a no ostentar un cargo político -declinó postularse a la reelección al Senado- continúa articulando al interior del partido.

Sin embargo, algunos miembros consideran que el partido podría “rehabilitarse” como partido opositor si congela las militancias de quienes han sido implicados en el escándalo.

Macaya: Von Baer debe asumir su responsabilidad

El secretario general de la UDI, en tanto, destacó la decisión de Jovino Novoa de no declarar mientras no conozca los antecedentes donde se le imputa la participación en el escándalo.

Por otro lado y ante los dichos de Ena Von Baer, quien aseveró que tuvo un “error involuntario”, Macaya señaló que ella debe asumir su responsabilidad, confirmando de paso la política de evitar realizar defensas institucionales.

Respecto al congelamiento de las militancias de los involucrados si finalmente el fiscal Gajardo decide formalizarlos, el dirigente gremialista sostuvo que es un juicio adelantado y que aún no hay una decisión tomada.