Una dura crítica cursó el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle a la actual administración, a dirigentes de los partidos políticos y al empresariado, esto durante su intervención en el IV Congreso Nacional de Concesiones Infraestructura País que organizó la Asociación de Concesionarios de Infraestructura Pública.

Frei, quien también es el actual embajador chileno extraordinario y plenipotenciario en misión especial en Asía, afirmó sentirse preocupado por el clima interno del país.

“Tengo serias preocupaciones frente a lo que acontece hoy día en nuestra realidad nacional. Hace ya un tiempo estamos observando comportamientos de la dirigencia política y económica del país que son preocupantes“, señaló.

El otrora mandatario entre 1994 y 2000 destacó también los casos más controvertidos en los que ha incurrido el empresariado. “Han aparecido comportamiento que no veíamos en años atrás: colusiones empresariales para fijar precios, engaños planificados a los consumidores, entramados financieros orientados a generar ventajas artificiales en los mercados, entre otros”, sostuvo.

Respecto a la contingencia política, Frei también aludió al ambiente generado por las polémicas declaraciones del embajador en Uruguay, Eduardo Contreras, quien culpó a la “ultra derecha” y a la “derecha empresarial” de la colocación de explosivos.

“No es menos preocupante que la clase política pase concentrada toda una semana en las desafortunadas declaraciones de un embajador, que todos nosotros creemos que se debió haber ido. Cuando altas figuras políticas se han sentido heridos por procedimientos legales normales, como si tuvieran una condición por sobre la ley, o que a partir de un caso judicial comencemos un espiral de acusaciones sobre los financiamientos de las campañas, por nombrar algunos ejemplos”, remató en lo que fue una clara crítica a Michelle Bachelet ante la decisión de ratificar al embajador comunista en Montevideo y una alusión a Andrés Velasco por el caso Penta.

Por ello advirtió el ex presidente que todo lo señalado no pasa desapercibido en el extranjero y comienza afectar la imagen de nuestro país.

Explicó que “no es fácil contestarle a un inversionista extranjero las razones del cambio arbitrariamente de decisiones ya tomadas de acuerdo a nuestra propia institucionalidad. Preguntas que me hicieron en mi último viaje a Italia”.

Dentro de ese contexto agregó que las instituciones suponen comportamientos concordantes que las sustentan y no hay instituciones que soporten en el mediano plazo conductas de sus actores principales que “la socavan día a día”.

“Chile ya ha estado en situaciones en que tenía toda su base económica para cimentar un desarrollo pero las querellas intestinas de su dirigencia destruyeron esas bases”, al aludir al eventual desarrollo que podría alcanzar el país en los próximos años.