Las imágenes son claras y no queda mucho más para agregar. Para todos quienes desde temprano se enteraron de la tragedia naviera, fue una verdadera sorpresa. Nadie imaginó que la nave construida en mayo de 1976 terminaría con gran parte de su gigantesca estructura sobre la superficie.

Según consigna Prensa Antártica, la propia compañía Navimag, confiaba temprano en que el accidente ocurrido en el paso Kirke – a 50 kilómetros al suroeste de Puerto Natales – no sería difícil de subsanar. Incluso, mencionaban en un comunicado, la posibilidad de “reparar la avería indicada, llevar el Ferry Amadeo I hasta la capital de la Provincia de Última Esperanza, y desembarcar la carga que se encuentra a bordo”.

“Estimados Clientes: Lamentamos informar que nuestro Ferry Amadeo I, en su ruta Puerto Natales – Puerto Montt, y por causas que se investigan, tuvo un golpe en el casco, sufriendo una avería a la altura de la bodega de carga, lo que significó detener la operación de la nave. Nos encontramos ejecutando todas las acciones necesarias para reparar la avería indicada, llevar el Ferry Amadeo I hasta Puerto Natales, y desembarcar la carga que se encuentra abordo. La continuidad de nuestros servicios entre Puerto Montt – Puerto Natales desde esta semana, será cubierta por nuestro Ferry “Edén” y los servicios entre Puerto Montt – Puerto Chacabuco seguirán siendo entregados en dos frecuencias semanales por nuestro Ferry “Evangelistas”. Atentamente, Navimag Ferries S.A”.

La Armada de Chile, desde un primer momento, dispuso cuatro medios pertenecientes a la Tercera Zona Naval para acudir en apoyo del transbordador, que durante la tarde de ayer permanecía con 17 pasajeros y 28 tripulantes a bordo, los que debieron evacuar hacia Puerto Natales junto al resto de los pasajeros e integrantes de la dotación.

Las averías que presentaba la nave hicieron infructuoso el esfuerzo de su dotación por evitar inundaciones mayores en el área de la bodega de carga y espacio de máquinas. Por esta razón, el capitán de embarcación siniestrada ordenó a la tripulación remanente abandonar el buque, que finalmente resultó con un 50 por ciento de su estructura sumergida, sesenta grados de escora o inclinación, y su proa apoyada en la playa, lo que evitará su hundimiento, según informó la Armada.

A eso de las 20:00 horas de este lunes se esperaba el arribo de la Lancha de Servicio General (LSG) Puerto Natales al lugar donde se encuentra el Amadeo I, con la finalidad de contener la presencia de hidrocarburos en caso de que existieran.

Para el mediodía de este martes se espera el arribo al sector del Patrullero de Servicio General (PSG) Piloto Sibbald, quien asumirá el control de las unidades navales, junto con apoyar a los buzos que efectuarán la inspección submarina y los procedimientos de contención de hidrocarburos en caso de visualizar trazas de algún combustible.

Error humano

Al respecto, el consejero y empresario naviero, Alejandro Kusanovic, lamentó lo ocurrido y señaló que “estas cosas pueden ocurrir cuando se navega por los canales. El accidente afectará a la conectividad local, imagino que Navimag deberá integrar una nueva nave para cubrir este tramo. Yo creo que fue un error del capitán, porque las condiciones del viento eran muy buenas. Aparentemente, según lo poco que pude conocer”, señaló Kusanovic a Prensa Antártica.

“Los accidentes navieros son muy lamentables. Siempre hay riesgos en la navegación. Estas son las consecuencias cuando se comete un error. Lo lamento mucho por la gente y su carga”, expresó el consejero.

Conectividad austral

Para quienes habitan en estas lejanas y australes tierras, el servicio que prestan las barcazas en localidades como Porvenir, Puerto Natales o Puerto Williams, resulta fundamental para la integración y conectividad de sus pobladores. En el caso de la capital de la Provincia Antártica Chilena, el ferry “Yaghan”, transporta no solo pasajeros y vehículos, también lleva hasta la isla Navarino, el combustible necesario para toda la comunidad; el gas, la mercadería y víveres tanto para los hogares como para los comerciantes locales.

En tiempos donde hablamos de descentralización y empoderamiento de las regiones, y aún cuando los medios de comunicación nacionales consideraran que el hundimiento del Amadeo I no era motivo suficiente para dedicarle más de solo algunos segundos de cobertura en sus noticieros centrales (magallánicos expresaron su molestia en las redes sociales por esta situación), se debe poner el acento una vez más en la trascendencia de los que contribuyen a integrar a las localidades más extremas de Magallanes y del país, y la importancia de contar con los recursos e infraestructura adecuada para garantizar su desarrollo.

En esta tarea de conectividad, el Estado junto al sector privado, cumplen un rol que resulta de vital importancia para los chilenos que viven con no poco sacrificio en los más austral de Chile.