El presidente boliviano, Evo Morales, arrancó este viernes su campaña proselitista para las elecciones generales de octubre y auguró que vencerá por tercera vez a la derecha, apoyado por los logros económicos en su gobierno, para retener el poder hasta 2020.
Morales y su vicepresidente Alvaro García concentraron a varios miles de simpatizantes, militantes, empleados públicos y delegados de movimientos campesinos y sindicales en una plaza de La Paz, para dar el pistoletazo a su campaña electoral.
“Empezar así es prácticamente tener ganada las elecciones”, afirmó el mandatario en un encendido discurso.
Morales llegó al poder por primera vez en 2006 con un arrollador triunfo de 54% y revalidó el cargo en las elecciones siguientes con 64% de los votos, para el periodo 2010-2015.
El presidente, cuya meta es alcanzar este año 74% de apoyo electoral, afirmó que los logros económicos de su gobierno –como la nacionalización de los hidrocarburos en 2006– le han permitido virar la gestión pública hacia los sectores más empobrecidos del país.
El mandatario de 54 años, de origen aymara y un admirador de los gobiernos de Venezuela, Cuba e Irán, destacó su política hidrocarburífera como el principal logro, pues permitió disparar los ingresos para el fisco, desde los 300 millones de dólares en 2005, hasta 6.000 millones este año.
“Juntos luchamos para cambiar la situación económica, juntos luchamos por la nacionalización, eso ha hecho cambiar la situación de la economía nacional”, afirmó ante miles de sus seguidores, que lo vitorearon y lo aplaudieron sin cesar.
El actual presidente encabeza las encuestas con 38,3% de las intenciones de voto, seguido del empresario Samuel Doria Medina con 14% y del centroizquierdista Juan del Granado con 5,9%, según los últimos sondeos.
Morales, si alcanza un tercer mandato, rompería un récord de un presidente en el poder en Bolivia. El militar mestizo Andrés de Santa Cruz, fundador de la Confederación Perú-Boliviana, gobernó el país 10 años, desde 1829 hasta 1839.
Masiva movilización
Militantes y simpatizantes colapsaron buena parte de calles y avenidas de La Paz, pues realizaron caminatas desde distintos puntos de la ciudad hacia la plaza que fue escenario de la fiesta.
Con banderas tricolores bolivianas de colores rojo, amarillo y verde; además de las azules, blancas y negras del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), los adherentes auguraron que en las elecciones generales del 12 de octubre Morales vencerá.
Al son de bandas y grupos musicales autóctonos, los oficialistas gritaban por las calles “¡se siente, se siente, Evo presidente!” o ¡”viva el presidente Evo Morales!”
El mitin político en una plaza pública estuvo matizado por la amenización de grupos musicales folclóricos, que calentaron la fría tarde y noche de La Paz por varias horas.
“Va a tener que ganar el hermano Evo Morales, no hay otro, nosotros estábamos humillados”, aseguró a la AFP la dirigente de un sindicato aymara de La Paz, Vicenta Martínez, quien ve al mandatario como un héroe por defender a los pueblos indígenas, históricamente invisibilizados en Bolivia y que representan un poco más de la mitad de los 10 millones de habitantes.
La oposición, dividida y a distancia
La oposición política, en la otra acera, no pudo articular un frente único para enfrentar a Morales, debido a que sus principales dirigentes no quisieron renunciar a la aspiración presidencial.
Morales le saca casi unos 20 puntos de diferencia a su inmediato escolta, el empresario Samuel Doria Medina (14%) y más de 30 (5,9%) a su exaliado político, el alcalde centroizquierdista de La Paz, Juan Del Granado, según sondeos.
Un tercer opositor, el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002), aún no figura en las últimas encuestas, al igual que el dirigente indígena Fernando Vargas Mozúa.
Con esos cinco candidatos a la presidencia en lisa, cerca de 5 millones de bolivianos fueron llamados a emitir su voto en octubre, para renovar también la totalidad de 130 diputados y 36 senadores.