Centenas de civiles fueron masacrados en función de su pertenencia étnica la semana pasada en la ciudad petrolera de Bentiu por tropas del ex vicepresidente sursudanés Riek Mashar, anunció el lunes la ONU.

Al parecer 200 personas murieron y 400 resultaron heridas en una mezquita, víctimas de fuerzas favorables a Mashar, en rebelión contra el gobierno, indicó la Misión de la ONU en Sudán del Sur (Minuss).

Los partidarios de Mashar también perpetraron matanzas en una iglesia, en edificios evacuados de la ONU y en el hospital de Bentiu, capital del estado petrolero Unidad, que las fuerzas rebeldes conquistaron el pasado 15 de abril a las tropas leales al presidente sursudanés Salva Kiir, afirmó la misión de la ONU en un comunicado.

Cuando las tropas de Mashar tomaron Bentiu “registraron una serie de lugares donde se habían refugiado centenas de civiles sursudaneses y extranjeros”, indicó la ONU. “Luego mataron a centenas de civiles después de haber establecido su origen étnico o su nacionalidad”, agregó.

Al conflicto que se inició como una disputa interna entre Kiir y Mashar, se han sumado viejas querellas étnicas entre el pueblo dinka de Kiir y el nuer de Mashar, que se remontan a la guerra civil sudanesa contra Jartum (1983-2005) que desembocó en la independencia de Sudán del Sur en julio de 2011.

Los combates, que han dejado miles de muertos desde el estallido del conflicto el 15 de diciembre, se acompañan a menudo de masacres de carácter étnico.

En la mezquita, donde se habían refugiado cientos de personas, las fuerzas partidarias de Mashar “separaron a individuos de ciertas nacionalidades o grupos étnicos a los que pusieron a cubierto, y mataron a los otros”, señaló la Minuss.

“En el hospital de Bentiu, mataron a hombres, mujeres y niños nuer porque se escondían y se negaban a reunirse con otras personas de etnia nuer para celebrar la entrada” de fuerzas rebeldes en la localidad, añadió.

“Individuos de otras comunidades sursudanesas, al igual que habitantes de Darfur (al oeste de Sudán) fueron blanco específico y fueron asesinados en el hospital”, indicó la fuente.

Las tropas antigubernamentales también pidieron a civiles que se refugiaron en la iglesia católica y en un recinto abandonado del Programa Mundial de Alimentos (PMA) que revelaran su origen étnico o su nacionalidad y mataron a varios de ellos, según la ONU.