Estar casado es saludable para mantener un corazón sano, mientras que ser divorciado o viudo está vinculado a niveles más altos de enfermedades cardiovasculares, según un estudio realizado a 3,5 millones de personas en Estados Unidos.
El estudio es el mayor de este tipo que muestra cómo la salud cardíaca está vinculada con el estatus conyugal, y fue presentado en la conferencia anual del American College of Cardiology que se celebra en Washington este fin de semana.
“Estos hallazgos, sin duda, no deberían llevar a la gente a casarse, pero es importante saber que las decisiones sobre con quien se está, por qué y por qué no, pueden tener implicaciones importantes para la salud vascular”, dijo el autor Carlos Alviar, becario de cardiología en el Langone Medical Center de la Universidad de Nueva York.
Según el estudio, para los casados, el riesgo de contraer cualquier enfermedad cardiovascular era un 5 por ciento menor en comparación con los solteros. Los riesgos de padecer enfermedades coronarias también fueron más bajos entre los casados en comparación con los viudos o divorciados.
Los divorciados tenían una probabilidad más alta de padecer cualquier enfermedad vascular, aneurisma de la aorta abdominal, enfermedad de la arteria coronaria y problemas cerebrovasculares en comparación con los solteros y casados.
Los viudos mostraron probabilidades ligeramente más altas de sufrir cualquier enfermedad vascular y enfermedad de las arterias coronarias, también en comparación con los otros grupos.
“El estudio demuestra que otros factores de riesgo, como fumar, la obesidad, la hipertensión, la diabetes y el sedentarismo, también incrementan (el riesgo) junto con ser divorciado o viudo”, dijo Suzanne Steinbaum, directora del departamento de mujer y enfermedades del corazón, en el hospital Lenox Hill de Nueva York.
Solidaridad conyugal
“Como los casados tienden a ayudarse uno a otro a estar más sano, asegurándose que su cónyuge come bien, hace ejercicio, toma sus medicaciones y ayudando a que acuda a las citas médicas, los casados suelen tener menos riesgo de enfermedades cardíacas”, agregó Steinbaum, quien no está involucrada en el estudio.
Los investigadores se sorprendieron al ver que la relación era mayor en personas en edades inferiores a 50 años.
“La asociación entre casados y una menor probabilidad de enfermedad vascular es mayor entre los jóvenes, algo que no esperábamos”, indicó Alviar.
En este grupo, el matrimonio estaba vinculado a un 12 por ciento menos de probabilidades de adquirir cualquier enfermedad del corazón o arterial.
Entre aquellos casados de edades comprendidas entre 51 y 60 años había un 7 por ciento menos de probabilidades de padecer enfermedades del corazón y del 4 por ciento entre los de 61 años y más.
Los datos, recolectados entre 2003 y 2008, se obtuvieron de 3,5 millones de personas de 50 estados con edades comprendidas entre los 21 y los 102 años que participaron en un programa pagado para estudiar enfermedades cardiovasculares.
Los autores señalaron que el estudio incluye una proporción relativamente pequeña de participantes de minorías raciales y étnicas, lo que puede limitar el significado de los resultados.