La Corte Marcial confirmó los procesamientos por cuasidelito de homicidio y falsificación de documentos en cumplimiento de deberes militares que dictó el fiscal militar Carlos Muñoz contra cuatro carabineros de la Primera Comisaría de Rancagua dados de baja tras la muerte de un detenido al interior de un furgón policial.

El hecho ocurrió el 17 de enero, oportunidad en que Jorge Aravena Retamales, de 44 años, murió luego de permanecer más de seis horas encerrado al interior de la patrulla en el estacionamiento de la comisaría.

El hombre fue detenido cerca de las 14:00 horas por negarse a pagar una cuenta en un restaurante. Luego fue trasladado a un centro policial donde fue “olvidado”, según mencionaron los efectivos, quienes lo encontraron muerto alrededor de las 21:00 horas de ese mismo día, pese a que un fiscal había ordenado su liberación.

El vehículo policial, según los primeros peritajes, no debía mantener a una persona en su interior por más de una hora ya que la sensación térmica dentro del móvil era de unos 60º.

Junto a la confirmación, el tribunal de alzada castrense modificó los procesamientos contra la subteniente Maritza Díaz, a quien le restó el cargo de cuasidelito de homicidio, y a la aspirante a oficial Camila Hidalgo, quien solo enfrentaría una acusación por falsedad.

El abogado de los familiares de la víctima, Cristián Cruz, informó que recurrieron a la Corte Suprema para que se designe un ministro en visita, luego que la Corte Marcial se negara a cambiar de indagador. En este sentido, el profesional pretende que se les procese por detención ilegal y torturas con resultado de muerte.

Los ex uniformados procesados son el sargento segundo Carlos Cheuquiante, el cabo segundo Pablo Urrea, el cabo primero Cristián Orellana, y el carabinero Carlos Villarroel.