El académico de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, Fernando Torres, alertó a los veraneantes sobre la presencia de ciertas especies de medusas en el mar que producen alergias por sus exposiciones tóxicas.

El experto explicó que durante el verano, por las altas temperaturas oceánicas, las medusas aumentan en cantidad en hasta un 300%.

En Chile, la presencia de éstas se eleva en verano, incremento que se explica por el fenómeno de la corriente de El Niño y las surgencias costeras, fenómeno oceanográfico que consiste en el movimiento vertical de las masas de agua, de niveles profundos hacia la superficie, los cuales provocarían un cambio en el microambiente acuático.

Con ello aumenta la temperatura del agua y se favorece la distribución y abundancia de los organismos fitoplanctónicos y zooplanctónicos.

Torres explicó que en verano las exposiciones tóxicas se producen con mayor frecuencia por contacto accidental durante un baño de mar.

Muchos de estos incidentes ocurren con medusas muertas o con restos de ellas. Además, después de las marejadas es común que queden varadas sobre la playa, al pisarlas o tocarlas con las manos, pueden producir sintomatología.

“Los tentáculos destruidos a orilla de la playa, constituyen un peligro, porque aún son capaces de envenenar por varias semanas”, aclaró el especialista.

La gravedad del cuadro está determinada por distintos factores, como la salud y edad del paciente, su peso y cantidad de toxina inoculada, la superficie expuesta a la picadura, el grosor de la piel de las áreas expuestas, la especie de medusa, su potencia del veneno y número de nematocistos descargados.

El sitio de la picadura, explicó Torres, es uno de los factores más importantes, ya que si está cerca de la cabeza la absorción del veneno a la circulación central es más rápida.

Manifestó que ante una picadura de medusa, se recomienda lavar la zona afectada para inactivar y remover los nematocistos. Luego se debe manejar el dolor y la reacción inflamatoria local.

En caso de reacción o cuadro severo de alergia, el especialista indicó que el tratamiento es prioritario y se debe acudir de inmediato a un servicio de urgencia.

“Lavar inmediatamente la herida con suero fisiológico permite prevenir la descarga del veneno de los nematocistos. Para esa inactivación, también se puede aplicar vinagre doméstico por 15 a 30 minutos, que pese a que no disminuye el dolor, sí es capaz de inactivar irreversiblemente los nematocistos no descargados”, expresó Torres.

Para evitar la continua descarga de nematocistos, éstos deben ser removidos manualmente con guantes y precaución. Después de la remoción y una vez seca la zona, debe manejarse el dolor y la reacción local. Se pueden utilizar anestésicos tópicos, antiinflamatorios y antihistamínicos.

El uso de compresas frías, puede aliviar el dolor dentro de las primeras horas.

“Las compresas calientes no se recomiendan en todos los casos porque puede aumentar la absorción sistémica del veneno de algunas especies. Tampoco se debe usar agua de mar para lavar la zona, ya que puede estar contaminada con bacterias y así aumentar el riesgo de infección”, sostuvo el experto.