El decreto es otro paso para desregular las ciudades, es dar manga ancha y, en buena medida, contradecir la recientemente promulgada –y muy publicitada- Política Nacional de Desarrollo Urbano por el Presidente Sebastián Piñera.

En Chile estamos –o más bien deberíamos- estar acostumbrados a los decretos sacados entre gallos y medianoche, en forma sorpresiva y solapada. Al término de los mandatos, en fechas en las que la atención está en otras cosas –ideales son las Fiestas Patrias, fin de año y vacaciones-.

Un decreto que calza perfecto con el proyecto del mal en el muelle Barón de Valparaíso… que tenía un escollo que, precisamente, se soluciona con este Decreto.

La declaración está firmada por el presidente del Colegio de Arquitectos y tres decanos de facultades de arquitectura: de la Universidad de Chile, Universidad Católica y Universidad Diego Portales.

Comunicado de prensa

Hasta hace algunos años, la localización de edificios destinados a equipamiento de cualquier tipo se regía por lo previsto en el respectivo plan regulador comunal, estableciendo además su escala máxima, que podía ser vecinal, comunal o intercomunal. La falta de definición de tamaños y la dificultad para ajustar los planes reguladores a nuevos tipos de equipamiento en áreas urbanas llevaron a las autoridades del Minvu a normar su localización según la categoría de la vía que enfrentaría de acuerdo con su uso público o “capacidad de carga”. Así, grandes equipamientos estarían localizados enfrente de vías adecuadas a su tamaño.

El pasado 12 de diciembre se publicó en el Diario Oficial un decreto del MINVU que modifica la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones en la aplicación del criterio descrito. Ahora los edificios de equipamiento ya no deben enfrentar una vía correspondiente a su uso, sino estar apenas “relacionados” con ellas, y hasta a 300 metros de distancia. Esto significa que un hospital, torre de oficinas o un mall podrá instalarse en medio de un barrio residencial, con acceso por calles estrechas, siempre que esté relacionado con una vía troncal o expresa ubicada a 300 metros de su acceso vehicular. El impacto urbano que se pretendió controlar, obligando a grandes edificios de equipamiento a localizarse frente a vías adecuadas, ahora se producirá en cualquier barrio o ciudad pequeña del país.

Consideramos que esta sorpresiva modificación de las reglas del desarrollo urbano es contraria a los conceptos más elementales de la planificación urbana, introduce gran incertidumbre respecto del destino de barrios residenciales y contradice además las orientaciones contenidas en la Política Nacional de Desarrollo Urbano recientemente promulgada, fruto de un amplio consenso nacional en pos de la calidad de nuestra vida urbana y del destino de nuestras ciudades.

Es indispensable que el MINVU fundamente esta medida, ya que no logramos deducir los criterios que hay tras ella. Mientras no haya consenso sobre estas disposiciones, recomendamos se deroguen de inmediato, o al menos se congelen los permisos para todos los equipamientos mayores y medianos en el territorio nacional, mientras las municipalidades incorporan en sus planes reguladores las medidas necesarias para prevenir el perjuicio a la habitabilidad de sus comunas.

Sebastián Gray
Presidente Colegio de Arquitectos de Chile

Leopoldo Prat
Decano Facultad de Arquitectura y Urbanismo, U. de Chile

Mario Ubilla
Decano Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos, Universidad Católica de Chile

Mathias Klotz
Decano Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño, Universidad Diego Portales